Circular por las carreteras de La Rioja entraña un mayor riesgo de accidente de tráfico que hacerlo en cualquier otra vía de ámbito nacional de todo el país. Y es que nuestra región presenta una mayor proporción de carreteras consideradas de riesgo elevado de España, un 17,2%, seguida de Cataluña con el 12,6% y Principados de Asturias con el 11,6%. Son los datos del último informe RACE EuroRAP de 2022 que incluye la siniestralidad ocurrida en los tres años posteriores: entre el 2019 y el 2021. 

Así, La Rioja cuenta con cuatro tramos considerados peligrosos por su alto riesgo de producirse un accidente de tráfico mortal o grave. Todos ellos corresponden a tramos que pertenecen a la demarcación nacional de carreteras.

El más peligroso de todos, con el índice de riesgo que roza el 80%, es tramo comprendido entre el punto kilométrico 283,4 y 301,5 de la N-111 y que atraviesa varios municipios como Torrecilla en Cameros. Allí se produjeron hasta 4 accidentes, con 4 heridos graves y, afortunadamente, sin ningún fallecido. El tramo de la N-120 entre los kilómetros 41,5 y 53,3, a su paso por Santo Domingo de la Calzada, tiene un índice de peligrosidad de 64%. Es lugar de la nacional que transcurre  Entre estos puntos se produjeron dos accidente graves, con dos heridos graves y ningún fallecido. El tráfico medio  diario es de 2.419 vehículos. 

La N-232 es una vieja conocida para los conductores riojanos porque durante años acumuló un gran número de accidentes mortales. La vía también está incluida en este negro ranking y en dos de sus tramos. El primero, el comprendido entre el kilómetro 330,8 y 345,8, por la zona de Rincón de Soto soportó cinco accidente graves con cinco fallecidos y un herido grave. Su tráfico medio diario es de 4.800 vehículos y una siniestralidad del 63%.

En esa misma carretera existe otro tramo kilométrico con alto índice de peligrosidad, un 54 por ciento. Se trata del comprendido entre el kilómetro 442,5 y 452,8  y que soporta un tráfico medio de 3.240 vehículos. Se produjeron 2 accidente graves con seis heridos.

Estos datos contrastan con los obtenidos en comunidades autónomas  cercanas. Así, nuestros vecinos cántabros registran  un índice de peligrosidad en sus carreteras por debajo del 10 por ciento, un 69%. 

Y un caso significativo es el de Navarra con las carreteras más seguras de toda España ya que su índice de peligrosidad se queda en 0,0 por ciento.

empeoramiento en tres años. Los  datos del índice de riesgo en las carreteras riojanas reflejan, además, un empeoramiento de ese riesgo en los últimos años. En el anterior informe de RACE EuroRap, nuestra comunidad se encontraba entre las cuatro regiones con menor tramos peligrosos de España con un índice de 3,7 por ciento, con la misma proporción de kilómetros de carretera analizado, la encuesta consideraba que en solo 15, había riesgo elevado de accidente grave o mortal.

Entonces, solo se contabilizó un tramo peligroso situado entre los puntos kilométricos 330,8 y 345,8 de la N-232 en el que se produjeron 6 accidentes, con cinco personas fallecidas y cuatro heridos graves.

La siniestralidad en la carretera  está motivada por dos factores: el factor, humano: exceso de velocidad, distracciones, imprudencia al volante y el incumplimiento de las normas de circulación. Pero también es importante el estado de la carretera. Y, en este caso, no se trata exclusivamente del estado del asfalto en sí, sino de todos los elementos que componen la carretera: drenaje del asfalto, estado de las señalización luminosa tanto vertical como horizontal, visibilidad d de la señalización y los elementos de contención de la carretera.