Los hospitales riojanos practican abortos desde hace 2 semanas

Ana Torrecillas
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El SERIS comenzó a derivar casos para la interrupción voluntaria de embarazos a los centros públicos este mes.El 80% de los abortos son realizados por sanitarios de la red pública

Imagen de una planta del hospital San Pedro - Foto: Óscar Solorzano

Ya es una realidad. Las mujeres riojanas que así lo deseen pueden interrumpir su embarazo en la sanidad pública de La Rioja. De hecho, desde hace quince días, se están practicando abortos en los diferentes centros hospitalarios pertenecientes al SERIS. Así, lo confirmó a este medio la consejera de Salud del Gobierno de La Rioja, María Somalo. «Desde la segunda semana de febrero, el SERIS está garantizando la interrupción voluntaria de los embarazos en La Rioja», precisó Somalo, «los casos se están atendiendo desde los circuitos de derivación usuales: a través de Atención Primaria y a través del punto de Atención Sexual y Reproductiva, conocido como La Casita». De esta manera, el SERIS se adelanta a la entrada en vigor de la reforma de la Ley del Aborto, aprobada la semana pasad, que establece que la Sanidad Pública garantice a las mujeres que deseen interrumpir voluntariamente su embarazo en la red pública que será la de referencia y en un centro lo más cercano posible a su domicilio y, entre otros preceptos, establece que las mujeres contarán con la incapacitación temporal mientras dure su recuperación. 

En La Rioja hasta hace escasos días, cuando un mujer decidía poner fin a su embarazo, debía hacerlo fuera de la comunidad. Así, era derivada por el Servicio Riojano de Salud a centros médicos de otras ciudades como Pamplona, Bilbao o Zaragoza donde se le practicaba el aborto. Salud asumía todos los gastos originados por la intervención quirúrgica, así como los ocasionados por los desplazamientos de la paciente y de su acompañante. El años pasado, 272 riojanas decidieron abortar y tuvieron que hacerlo  fuera de La Rioja lo que originó un coste para la consejería de Salud de 108.165 euros. 
sanitarios de la red pública. Además, la consejera de Salud aseguraba que el 80 por ciento de las intervenciones estaban siendo realizadas por profesionales des sistema público riojano y el resto, por profesionales incorporados para ello. 

Esta cuestión suponía el principal escollo para aplicar la reforma de la Ley del Aborto. De hecho, en los hospitales de La Rioja, los profesionales sanitarios sí practicaban abortos cuando el embarazo  suponía un peligro para la madre o cuando ya no había latido fetal, pero no lo hacían, cuando se trataba de una  interrupción voluntaria del embarazo. En este acaso, el servicio de Ginecología del SERIS en su totalidad estaba acogido a la objeción de conciencia.  Se trata de un derecho o una facultad que posee el personal sanitario para negarse a llevar a cabo una intervención cuando ésta atente contra sus principios éticos o morales.