La disparatada situación del aeropuerto riojano se ha cubierto de gloria en un nuevo episodio esta vez con un desenlace casi ridículo porque para que los viajeros del chárter Agoncillo Lúxor pudieran despegar del aeródromo han tenido que dejar parte de su equipaje en casa. La razón, que según el peso que lleven, no todas las aeronaves pueden despegar de Agoncillo a tenor de la longitud de pista y porque se queda pequeña.
La idea era que La Rioja conectara con Egipto de forma directa en cuatro ocasiones en estos meses, gracias al touroperador SamaTravel y a su operativa chárter a Lúxor. El primer vuelo fue en agosto, pero los pasajeros se llevaron una disgusto cuando les indicaron en el mismo aeropuerto que en primer lugar no todos podrían volar porque el avión no podía soportar el peso, aunque después la solución fue llevar menos combustible, dejarlo en Agoncillo y hacer parada en Barcelona durante más de una hora para repostar. Después se enteraron que el problema era que la pista no es lo suficientemente larga como para poder despegar con esa carga. En la vuelta desde El Cairo a Logroño no hubo problema y el vuelo sí que fue directo.
Desde Aena explican que en esa ocasión el avión fue un Airbus 320 y que dependiendo de la aeronave, el destino y la carga que llevan, la marca del fabricante solicita metros mínimos de pista para despegar y si no los hay no se puede salir. El mismo problema ocurrió en el vuelo de Agoncillo a El Cairo el 18 de septiembre, y el avión hizo parada en el aeropuerto de Valencia para repostar.
Y, para evitar que eso ocurriera este lunes, en el vuelo a Lúxor con un Boeing 737-800 se pidió a cada uno de los 180 pasajeros que limitaran el peso de su equipaje a 10 kilos, (en vez de a los 23 permitidos), para que pudieran realizar el vuelo directo desde Logroño a Egipto sin tener que parar en ningún otro aeropuerto para repostar. El próximo vuelo chárter a Lúxor será en noviembre y está lleno y también se ha pedido a los viajeros un máximo de equipaje a facturar de 10 kilos.
Un agosto horrible.
Este ha sido uno de los peores agostos que se recuerdan en cuanto a pasajeros en el aeródromo riojano. Ha sido incluso peor que el de 2021 cuando aún había restricciones por la pandemia. Tan solo 321 pasajeros han pisado el aeródromo. Ha supuesto una caída del 36,3% respecto a 2021, y una disminución del 80% respecto a 2019.
Los vuelos estivales a Mallorca que normalmente ofrecía Airnostrum desaparecieron «y nunca más se supo», explicaba ayer Jesús Ángel Herrera, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de La Rioja, integrada en la FER, «en todo el verano hay vuelos desde Agoncillo y eso nos limita bastante». De hecho, ha habido más cancelaciones, como uno Agoncillo-Croacia para agosto para el que, según Herrera, se habían vendido bastantes plazas, «se canceló la operativa sin darnos explicaciones y se desvió el vuelo a Bilbao». También se planteo un vuelo desde Logroño a los Fiordos en junio «y se canceló a la semana». Y para San Mateo había otro programado a Alemania y tampoco salió.
Precisamente el 14 de octubre se reúne la Comisión Aeroporturaria de Agoncillo formada por las diferentes administraciones públicas y agentes económico, que con periodo bianual intentan potenciar el aeródromo. Comisión en la que la Asociación de Agencias de La Rioja no está incluida por lo que volverán a solicitar su inclusión.