Solemnidad y fe impregnan la veneración del Sepulcro

El Día
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Numerosos feligreses han cumplido este Miércoles Santo con el ritual en torno a la imagen del Cristo del Santo Sepulcro, en la concatedral de Logroño, que pese a estar marcado por los protocolos del covid, ha estado impregnado de solemnidad y fe

Un grupo de feligreses trasladan la imagen del Cristo del Sepulcro. - Foto: Raquel Manzanares (Efe)

Numerosos feligreses han venerado este Miércoles Santo la imagen del Cristo del Santo Sepulcro, en la concatedral de Logroño, en un ritual que, pese a estar marcado por los protocolos sanitarios de la covid-19, ha estado impregnado de solemnidad y sentimiento de fe en la Capilla de los Ángeles del templo, informa Efe.

Tras la limpieza anual de la imagen por miembros de la Cofradía del Santo Sepulcro, el Cristo se ha sacado de su nicho sepulcral y se ha colocado sobre un lecho de cojines negros en el centro de la capilla, donde ha permanecido expuesto para su veneración, tras la oración que ha pronunciado el obispo de la Diócesis riojana, Santos Montoya.

Es una de las tallas de más valor de la Semana Santa logroñesa, ya que la figura del Cristo Yacente fue donada a Logroño en 1694 por el capitán Gabriel de Unsain, regidor de la ciudad; y la urna, del siglo XVII, está formada por concha fina y ébano, guarnecida de plata de martillo y 12 ramos de filigrana de plata, rodeada de cristal.

De la limpieza se han encargado diez personas, cuatro de ellas "camareras", su hermana mayordomo, que es una mujer, Idoia García Ezquerro, y su ayudante, junto a otros cuatro cofrades.

Las cuatro camareras, provistas de algodones y plumeros, han limpiado la imagen una vez fuera de la urna de cristal, que ha abierto la mayordomo.

La Junta de Gobierno de la Cofradía del Santo Sepulcro determinó este año que la limpieza se celebrase ante un público reducido -principalmente cofrades y autoridades, entre ellos el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, quienes han estado sentados hasta el momento de iniciarse la veneración de la imagen.

Una vez que se ha procedido a la oración y la limpieza, la Capilla de los Ángeles ha quedado abierta al numeroso público, que ha guardado fila en el exterior de La Redonda para pasar a venerar al Cristo.

El denominador común de los muchos feligreses ha sido un mirada de emoción al ver la imagen, por la que también han pasado algún objeto personal, siembre bajo la supervisión de las camareras y la hermana mayordomo, que a todos los fieles que han pasado ha entregado un algodón pasado por el Cristo.

Idoia García Ezquerro ha relatado a Efe que, para ella, el cuidado y custodia del Cristo del Santo Sepulcro es "algo muy profundo" y su "renovación de fe".

Además, "abrir la tapa y ver al Cristo tan de frente, que te mira, es una culebrilla que se mete dentro y le dices: aquí estamos otra vez, te vamos a sacar de la urna, te vamos a pasar un paño, un plumerito y te vamos a rezar", ha relatado visiblemente emocionada.

El pasado año, debido a las obras en la Capilla de los Ángeles y la pandemia, el acto se celebró en la intimidad en el altar mayor de la catedral y ante un numero mucho más reducido de público, pero este año "es como volver atrás, nos olvidamos un poco de las penas que tenemos alrededor y es volver otra vez a empezar".

Se ha congratulado de que el ritual ha podido celebrarse en la Capìlla de los Ángeles, que es el "lugar idóneo" para cumplir con este "solemne rito", en el que, "un año más, se ha transmitido mucha fe por parte de los feligreses que han pasado a venerarlo".

El hermano mayor de la Cofradía del Santo Sepulcro, Gerardo León, ha señalado a Efe que este es uno de los actos más importantes que acoge la capital riojana, sin el que él "no entendería muchas cosas de la Semana Santa".

También ha indicado que se trata del acto "más emotivo e íntimo" para esta cofradía, que, además, este año estrena andas para la procesión del Cristo en la procesión del Viernes Santo, y es uno de los actos centrales de la Semana Santa de Logroño, declarada de Interés Turístico Nacional.

Laura López, tía abuela de Rubén, un bebé de un mes que ha sido pasado por la imagen del Cristo, ha relatado a Efe "la emoción" que le supone este momento y el recuerdo hacia su madre, quien siempre acudía y este año no puede hacerlo por razones de salud.

María del Angel Quitana, hermana mayor de la Cofradía de la Flagelación, también ha explicado a Efe "la solemnidad" de este acto, que es "precioso" y que antaño se abarrotaba de público, pero que se ha logrado que esté "más organizado".

La limpieza del Cristo empezó hace mas de medio siglo como algo propio de la cofradía del Santo Sepulcro, pero ,ante su crecimiento en afluencia y en devoción, tuvo que limitar el aforo de asistentes, dado el limitado tamaño de la capilla en la que se realiza.

Este año, el Sepulcro ha estrenado andas, obra del sevillano Gonzalo Merencia, quien ha sido uno de los invitados al acto y que ha relatado a Efe su agradecimiento a esta cofradía por haber depositado en él toda su "confianza" para esta obra por parte de "este humilde artista".

Ha explicado que lleva cuarenta años en esta profesión, que ya está "casi jubilado", pero "muy contento" de haber sido también el artífice, en 2016, de las andas del paso de la Cofradía de la Flagelación de Logroño, cuya procesión presenció anoche.