Piden incentivos para vender coches de bajas emisiones

Feli Agustín
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Ariauto apela al Gobierno a «poner un dinero», que se complementará con una suma similar de concesionarios

La subida de los combustibles y la incertidumbre generada afecta a la venta de vehículos. - Foto: Ingrid Fernández

El precio desbocado de los carburantes viene a sumar una dificultad más a la delicada situación que atraviesan los vehículos desde hace más de un año desatada por la crisis de los microchips, que afecta de manera notable a los concesionarios.

Eduardo de Luis, presidente de la Asociación Riojana de Automoción (Ariauto), integrada en la FER, argumenta que cuando la situación parecía que estaba mejorando, la invasión rusa ha provocado «incertidumbre, inseguridad y falta de materias primas para la fabricación de vehículos», lo que entiende que va a retrasar a 2023 la recuperación prevista para este año.  «Va a se más complicado invertir en automóvil», considera De Luis, que, a pesar de las circunstancias y la falta general de confianza, apela a analizar el contexto con prudencia.

«Con el precio del barril de petróleo a 130 euros, por muy económico que quieras ser,  llenar un depósito va a suponer una diferencia importante», constata y reconoce que la subida global de la energía no favorece la venta de vehículos, independientemente del combustible de propulsión, porque las alzas de precios afectan tanto al petróleo como al gas y, por tanto, a la electricidad.

Apela a la administración a crear las condiciones adecuadas para llegar a cero emisiones y pide a la Consejería de Desarrollo Autonómico que, ya que La Rioja fue el año pasado la comunidad que sufrió la mayor caída de matriculaciones del país, con un descenso del 19%, que les eche una mano.

«Que ponga un dinero, que nosotros pondremos una cantidad parecida para motivar la compra de vehículos más eficientes y seguros», señala De Luis, que afirma que la antigüedad del parque de vehículos en España ha pasado, coincidiendo con la pandemia, de 13,2 a más de 14 años, un aspecto del que no escapa La Rioja. «Solo hay ayudas para el coche eléctrico, que supone un 6% y no la hay para el 94% restante», señala y apunta la necesidad de «achatarrar»  y sacar del mercado los coches anteriores de 2005, de nula sostenibilidad.

No obstante el presidente de Ariauto insiste en que «no hay que mirarse los pies, sino al horizonte» y confía en que las cosas «poco a poco» van revertir e ir mejorando.