Tras el Berceo, la Peña Balsamaiso es el decano de los equipos de la capital. El conjunto logroñés cumple el próximo 21 de septiembre 70 años  pero lo hace en precario aunque deportivamente la entidad vive un buen momento. Pese a conseguir su tercer ascenso a Tercera (el primero llegó en la 93-94), la Peña sabe que la próxima temporada volverá a competir «de prestado». Como DUX, UDL y SDL, entre otros, el Balsamaiso, pese a sus setenta años de historia, no tiene un campo asignado, por lo que compite en «desigualdad de condiciones».

Así lo entiende Jorge Aguado, presidente de la entidad que asume que esta situación «viene de hace tiempo y no tiene una solución fácil». «Somos un club histórico pero, pese a ello, no tenemos prioridad de uso, ni podemos elegir horarios ni, por supuesto, explotar el bar de la instalación en la que jugamos», lamenta. En el pasado, la entidad ha jugado como local en Pradoviejo, «cuando nadie, más que el Valvanera y nosotros, quería jugar ahí», Varea (RegionalPreferente), El Salvador (Tercera) y La Estrella, esta misma temporada.

«Somos un club logroñés,  nuestro barrio es Acesur pero carecemos de una instalación fija y nos toca jugar siempre de prestaco», completa recordando que su club, al igual que el resto, «paga mil euros al mes por el uso de instalaciones de Logroño Deporte aunque nosotros no podemos compensar gastos con la gestión del bar». «A corto plazo no vemos solución», se desespera.

El Balsa solicitará este año jugar de local en La Estrella porque asume que encontrar acomodo en el Mundial, tras el ascenso de Comillas y Racing Rioja B, será complicado: «Encajar a tantos clubes logroñeses de 3ª va a ser muy problemático».