«La formación es fundamental para la igualdad»

Ana Torrecillas
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Marisol Rezola explica su experiencia en el campo de la docencia

Marisol Rezola - Foto: Ingrid

Marisol Rezola lleva toda la vida dedicada a la docencia en La Rioja.  Ha sido maestra rural, pionera en la confección de los primeros Centros Rurales Agrupados en La Rioja que surgieron en Igea y en Quel. Y los últimos 23 años se ha dedicado a enseñar a decenas de generaciones de logroñeses y logroñesas  en el mítico Instituto Sagasta, recién reformado. «Pertenezco a una generación de mujeres que querían formarse», dejando atrás el estereotipo de que el lugar de las mujeres era el hogar al cuidado de la familia,  recuerda Rezola, «la verdad es que no me he sentido discriminada en mi profesión porque en magisterio siempre ha habido más mujeres que hombres, de hecho creo que es un campo que ha estado liderado siempre por mujeres».

A la hora de conciliar su vida profesional y familiar, Rezola  alude a las facilidades que ha tenido al ser maestra rural. Un lugar pequeño en el que todo el mundo se conoce y en el que, además, su marido era el médico. «Tuve mis hijos pronto y aunque pude explotar más mi licenciatura presentándome a oposiciones, decidí quedarme en el pueblo por una cuestión familiar. Y allí estuve 18 años», señala.

Pero todo ha cambiado mucho desde entonces y Marisol ha sido testigo de esos cambios sociales y educativos. «Hay mucha más burocracia y se ha perdido un poco la disciplina, pero en cuanto a la presencia de la mujer en el trabajo la situación es similar. Creo que las mujer deben tener unas miras, construirse a través de la formación. Luego, si quieren, puede compartir su vida con alguien, pero lo primordial es que se forme y que nadie pueda mermarte. He tenido dos hijos, un hijo y una hija; hemos tratado de dar las mismas oportunidades independientemente de su género».