Poco o nada sorprende ya alrededor de Francisco Javier Almeida. Uno de los psiquiatras que valoró al acusado tras la agresión sexual y el asesinato del pequeño Álex señaló ayer que «no tenía afectadas sus condiciones cognitivas y volitivas», es decir, «sabía lo que hacía y quería hacerlo». Tres días después de los hechos ocurridos el 28 de octubre de 2021, Almeida fue trasladado al centro penitenciario de Segovia donde se descartó que presentase ningún tipo de alteración mental.  El facultativo aseguró que el acusado estaba «consciente y orientado», no presentaba «alteraciones en la memoria que dificultasen recordar el pasado» y, además, podía «retener conocimientos nuevos y evocarlos».

En aquella exploración afirmó  no recordar los hechos ocurridos en el barrio de Entre Ríos pero sí que precisaba tomar sus pastillas para prevenir la hipertensión. Dicho de otra forma,  «no es coherente» la memoria selectiva que presentaba en la evaluación, aseveró el psiquiatra. De hecho, corroboró ante el tribunal popular que Almeida «está consciente, sabe las dolencias que tiene y quiere cuidarse. No se deja llevar por impulsos. Es una persona normal que sabe lo que dice y lo que hace». Incluso a preguntas del ministerio fiscal, el facultativo afirmó que Almeida «es capaz de elaborar un plan y ejecutarlo» y lo ocurrido con el pequeño «no le afectó». El psiquiatra, al igual que el resto de testigos que comparecieron en la sexta jornada del procedimiento que sigue la Audiencia Provincial se desplazaron para declarar en vivo tras los problemas de conexión ocurridos la semana pasada con las videoconferencias. 

Los peritos que comparecieron a continuación no hicieron sino corroborar los datos expuestos ya a lo largo de las primeras sesiones. Entre ellos, dos especialistas de la Guardia Civil que confirmaron que  las huellas detectadas en la vivienda de Almeida correspondían tanto al acusado como al pequeño. También testificaron otros dos agentes de la Benemérita preparados para el trato con menores y que se encargaron de tomar declaración a la niña de cuatro años que dio el aviso y a los otros dos menores que declararon también, mediante grabación de vídeo, en el propio procedimiento.

La última palabra. De esta forma concluye la fase de pruebas del procedimiento para dar paso, durante la jornada de hoy a las conclusiones y el informe final de las partes. Tras la exposición del fiscal, de las acusaciones (particular y popular) y de la defensa, el propio Francisco Javier Almeida tendrá el derecho a pronunciar la última palabra antes de que el juicio quede visto para sentencia. 

Ahora bien, ni siquiera el abogado de la defensa sabía ayer si el acusado hará uso de su derecho a cerrar el juicio. 

El papel con una prueba del perfil de ADN del  propio acusado que él mismo había solicitado

Instantes antes de iniciarse la sexta sesión del procedimiento legal que la Audiencia Provincial sigue  por la violación y asesinato del pequeño Álex el 28 de octubre de 2021 en el barrio de Entre Ríos de Lardero, Francisco Javier Almeida llevaba un papel doblado en sus manos. 

Días antes había solicitado una prueba de su perfil de ADN y su abogado le hizo entrega del mismo. La propia defensa aseguró no conocer los motivos por los que el acusado había solicitado tal información. 

Una vez iniciado el juicio, Francisco Javier Almeida guardó el documento perfectamente doblado y no lo rescató durante toda la sesión.

Por lo demás, continuó con la misma actitud fría y distante con la que ha seguido todo el procedimiento legal en la sala 13 de la Audiencia Provincial. En algún momento se incorporó tímidamente para comentar con su defensa legal detalles del juicio. Todo ello a la espera de las conclusiones finales que exponen hoy las partes.