Expertos analizan los efectos de cambio climático en el olivar

Europa Press
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Logroño acoge las VII Jornadas Nacionales de Olivicultura de la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas entre hoy y mañana

Un olivar en La Rioja - Foto: Ingrid

La consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población ha inaugurado esta mañana las VII Jornadas Nacionales de Olivicultura de la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas, que se celebrarán en Riojaforum, en Logroño, hoy y mañana. Las jornadas, que congregarán a expertos de referencia y más de cien asistentes, abordarán los retos y oportunidades del olivar frente al cambio climático.

Hita ha valorado que las VII Jornadas Nacionales de Olivicultura serán "una valiosa plataforma para la transferencia de conocimiento con los expertos referentes de instituciones y universidades".

El Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, con apoyo del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino, forman parte del comité organizador que impulsa las jornadas.

En la inauguración también han estado presentes el presidente del Grupo de Trabajo de Olivicultura de la SECH, Daniel Martín, y el jefe de Sección de Medios Agrarios de la Dirección General de Agricultura y Ganadería de la Consejería de Agricultura, Javier Ugarte.

Hita ha destacado que "es cierto que el olivo, por sus características intrínsecas, y su modelo de cultivo ofrece un mayor grado de adaptación ante el cambio climático. El cultivo del olivo es, además, factor de preservación del medio ambiente y puede contribuir enormemente a la transformación ambiental".

Aún con ello, ha añadido, "en un escenario climático como el actual y el previsto, la tecnología se consolida como una aliada imprescindible de la sostenibilidad y, al mismo tiempo, para lograr producciones con mayor valor añadido, como se detallará en estas jornadas".

La consejera de Agricultura ha agradecido a la Sociedad Española de Ciencias Hortícolas por poder acoger las Jornadas Nacionales de su Grupo de Olivicultura.

"Esta -ha afirmado- es una oportunidad de excepción para mostrarnos como región de esencia agrícola que apuesta decididamente por la investigación y la transferencia de conocimiento en la agricultura. Y, además, poniendo el foco en el olivo, uno de nuestros cultivos que identifican a nuestra región, con un fuerte arraigo cultural en nuestros pueblos y una contribución significativa al desarrollo rural de nuestra región".

"El olivar es patrimonio agrario, paisajístico y cultural de nuestra región. El sector cuenta aproximadamente en La Rioja con 800 olivicultores, 14 empresas oleícolas y 70 marcas que operan en el mercado y que producen más de 650.000 litros de aceite DOP Aceite de La Rioja", ha detallado.

Asimismo, ha apuntado que si se habla en extensión, "la superficie total de olivo cultivado en La Rioja es de 5.650 hectáreas, de la que el 13 por ciento, aproximadamente 750 hectáreas, es ecológico, lo que le sitúa al olivar como el cultivo de la región que ofrece un mayor porcentaje de superficie en ecológico respecto al total de su producción".

Hita ha resaltado que desde el Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, "estamos comprometidos con la defensa y el desarrollo del sector del aceite de La Rioja desde la investigación y la innovación, el apoyo a la comercialización y la promoción y el reconocimiento a su contribución para mantener un medio rural vivo y sostenible".

Además de ofrecer apoyo técnico a todos los olivicultores y almazaras de La Rioja, existe una estrecha colaboración público-privada con la DOP Aceite de La Rioja para la obtención de aceites de oliva con cualidades diferenciadas que faciliten su posicionamiento en un segmento de alta calidad en el mercado y mejoren su rentabilidad, ha indicado.

El impulso a la I+D+I en olivicultura desde la finca La Grajera 

Este trabajo se aborda en la Finca La Grajera del Gobierno de La Rioja, que cuenta con 15 hectáreas de olivar en producción ecológica. "Entre las principales líneas de actuación figura el estudio de la situación actual del cultivo del olivo en La Rioja con comparación de variedades autóctonas de olivo; la preservación del patrimonio oleícola de La Rioja, con la custodia de variedades tradicionales y la identificación de variedades minoritarias no catalogadas a través de una colección de variedades y ecotipos de olivo en el banco de variedades autóctonas; la I+D+i en la olivicultura y la elaboración de aceite y la
transferencia de conocimiento al sector para mejorar las producciones y
aumentar la calidad, y la formación al sector", ha detallado.

Entre los temas que se abordarán en las VII Jornadas Nacionales del Grupo de Olivicultura de la SECH figura la olivicultura de precisión; de control integrado de enfermedades de cultivos; del impacto del cambio climático en la distribución geográfica de agentes fitopatógenos; de la detección, monitorización y cuantificación de enfermedades mediante teledetección; de nuevas técnicas para favorecer la seguridad y calidad de los aceites comestibles, y la relación de atributos sensoriales y compuestos aromáticos, o de la innovación en los procesos de extracción de aceite con técnicas como ultrasonidos.

"Toda esta revolución digital y sostenible toma forma con el respaldo del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España para la transformación ambiental y digital del sector agroalimentario", ha indicado. En paralelo, "trabajamos en la implementación de la nueva PAC 2023-2027, que amplía la aspiración de la Unión Europea en materia de sostenibilidad, al tiempo que sienta las bases para remunerar el compromiso medioambiental y climático que adquieran las explotaciones".

Hita ha recordado que el 43 por ciento de los fondos de la nueva PAC estarán relacionados directa o indirectamente con el cumplimiento de objetivos ambientales. A este respecto, el 23 por ciento de los fondos se destina a incentivar los ecoregímenes, que remunerarán a las explotaciones que lleven a cabo prácticas agrícolas o ganaderas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, mediante compromisos anuales voluntarios, que cubren todos los usos posibles del suelo, es decir, pastos permanentes y temporales, tierras de cultivos herbáceos y tierras de cultivos permanentes y que comprende prácticas como las rotaciones de cultivo, la agricultura de conservación, las cubiertas vegetales o las superficies destinadas a la biodiversidad.

Y más del 47 por ciento de los fondos del segundo pilar de la PAC, las intervenciones regionales, se destinarán para medidas agroambientales y para el apoyo a la agricultura ecológica.

"Con el impulso de las políticas públicas, el compromiso que nos une es actuar en favor de un sector agrario y agroalimentario que mejore su resiliencia; incremente su competitividad económica, social y medioambiental, y contribuya a los objetivos climáticos medioambientales desde un suministro de alimentos sanos, seguros, sostenibles y de calidad a la ciudadanía", ha concluido.