Las fiestas navideñas son tiempo de encuentro. De celebraciones con los familiares y más allegados. De recuerdo, pero también de júbilo. Experiencias que se viven en torno a la mesa. Y la pandemia vino a poner todo patas arriba el año pasado, las primeras fiestas azotadas por la covid. Una situación que, lejos de mejorar y corregirse este año, se vuelve a repetir en vista del número de contagios que se están produciendo, que ponen aún más difícil si cabe que pueda llegar cierta normalidad a la cena de Nochebuena y la comida de Navidad.

Y esta anomalía también se traslada a los mercados, que ven que la gente que ahora se prepara para hacer acopio de las viandas del menú navideño  se está «conteniendo». Los pedidos navideños ya no son lo que eran: «mucha gente adelanta las compras pero son productos más normalizados». Los encargos no son tan numersos y los que se hacen no son tan abultados. «El cliente que antes te venía a pedir un cordero y medio porque se iban a juntar tres familias, ahora te encarga menos cantidad porque se van a juntar menos personas», detalla Alfredo Iturriaga, de la Carnicería Hermanos Iturriaga Ayala, situada en el Mercado de Abastos. Una realidad que también comparte Igor Arnedillo, de Carnicería Daniel. Asegura que los pedidos son más numerosos que otros años pero de menos cantidad, que achaca a la pandemia. «Hace tres años vendíamos más cordero que ahora, pese a tener más pedidos», que apunta a los 400 encargos.

Más negativo se muestra otro carnicero de Carnicería Gisela del Mercado Milicias, donde solo aguantan ya tres negocios en pie. «La venta está muy flojita. Piden cosas con muy poca alegría. No es la alegría de otros años y los pedidos no son tan numerosos. Los clientes están muy raros», afirma José Antonio García, quien reconoce que, aunque se han encarecido los alimentos, «los productos no han subido tanto». 

Carmen de Pablo, de la Huerta de Sarramián, muestra las piezas de cardo expuestas en su establecimiento. - Foto: Ingridproductos más caros.Y es que, los precios traen de cabeza a los clientes, que ven cómo los productos estrella de las navidades se han encarecido. Lo que menos ha subido es el cochinillo, que prácticamente se ha mantenido en precio; mientras que el cordero y el cabrito están un 20% más caros, mientras que solomillo de ternera, que es uno de los productos más demandados, se ha encarecido entre un 30 y un 40%. Pero, ¿qué está detrás de esta subida? No solo la Navidad, sino también que el vacuno del norte de España lo están adquiriendo países como Francia, que pagan más por la pieza. 

En la misma línea apunta Arnedillo, que puntualiza que, aunque todos los años los precios suben por Navidad, este ejercicio el encarecimiento del cordero y del cabrito se lleva produciendo esde mayo tras eliminarse las subvenciones a los ganaderos y por la subida del pienso. No obstante, Arnedillo puntualiza en el que caso del cordero, uno de los principales productos que más le demanda la clientela, la subida no es tan alarmante y es asumible, ya que se ha encarecido unos diez euros en un año la pieza de 6 kilos.

El pescado y el marisco son otros de los alimentos estrella navideños. «La gente pide de todo», según indica Jon Martínez, de Marino Fish&Food, quien indica que «cada año se compra antes de que lleguen estas fechas  y no se suele esperar al último día». No se atreve a ofrecer precios de aquellos productos más demandados como la merluza, el bacalao, el besugo, las cocochas, almejas o gambas. Matiza que llevan subiendo desde noviembre y que algunos productos, alcanzarán su pico máximo la víspera de Nochebuena, pero que dependenderá en buena medida del transporte, la oferta y el estado de la mar. 

En las mesas de las familias no falta la carne, el pescado y el marisco. Pero tampoco hay que olvidar que los productos vegetales suelen figurar en muchos de los menús navideños, especialmente el de los vegetarianos. Los alimentos que por estas fechas suelen ser más demandados son el cardo, que ronda los 10 euros la pieza; la alcachofa, más cara que otros años, sobre 7,5 euros la docena; la escarola, que se puede encontrar a 2,25 euros; o la coliflor y la borraja, más económicas, como apuntan en la Huerta de Sarramián, que han mantenido precios respecto al año pasado y temen que ahora la riada del Ebro, que ha echado a perder gran parte de los cultivos, haga subir los precios.