Un mosto más rojo que nunca

Ana Torrecillas
-

Voluntarios de Cruz Roja pisan las primeras uvas en el pisado popular en reconocimiento a su labor con los más vulnerables

Representantes de las niñas y niños de la ciudad cumplen con el rito ancestral (y divertido) de pisar la uva para obtener el mosto. - Foto: Óscar Solorzano

Lleno completo en la plaza del Ayuntamiento para asistir al tradicional 'Pisado Popular'. Un acto que se retomaba tras ser suspendido durante los dos años anteriores  debido a la pandemia. El alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, y miembros de la Corporación municipal asistieron al tradicional pisado. Custodiando el escenario con los tinancos que recibirían los racimos de uva se encontraban los dos gigantes vestidos con el traje regional, que representan a Serafín Abeitua y Nieves Sáinz de Aja. 

Los encargados de pisar la uva  fueron los voluntarios de Cruz RojaLa Rioja. De esta manera, el Ayuntamiento de Logroño quiso reconocer la labor de la fundación en favor de las personas más vulnerables. Cruz Roja, que cumple 150 años en tierras riojanas, ha sido doblemente homenajeada ya que también recibió de la mano de la Peña Áster el galardón de Ciudadano Logroñés.

Su presidente, Fernando Reinares, se mostraba emocionado  y muy agradecido por el reconocimiento en el Pisado Popular ya que «es un honor como riojano y logroñés que soy, pertenecer a la familia de Cruz Roja La Rioja».

Minutos antes, el Grupo de Danzas de Logroño, que celebraba sus 80 años de vida, amenizaba el comienzo del acto bailando la tradicional jota de Logroño. Los más pequeños portaban los trajes regionales y los mayores iban vestidos con los colores de la bandera de La Rioja. Tras los bailes, los vendimiadores Laura Cara y Óscar Poo recibieron el aplauso de los asistentes  al portar los primer raciones de uva con los que se llenarían los tinancos. Tras ellos, los niños representantes de la ciudad, alumnos y alumnas de colegios de Logroño que cumplieron su cometido de colmar las tinas con las uvas riojanas ante los orgullosos padres y abuelos que seguían atentos su labor con los móviles en la mano. Les siguieron representantes de voluntarios de Logroño, a quienes el ayuntamiento  ha querido reconocer su importante labor en la organización de actos, no solo de las fiestas de San Mateo sino de otras actividades y festividades.  

Por último, han subido al escenario los homenajeados: los voluntarios de Cruz Roja La Rioja.

Emoción y alegría. Fue, precisamente, una de las voluntarias de Cruz Roja la encargada de narrar su experiencia en el Pisado Popular. «Es la primera vez que hago algo así y me ha parecido más agradable de lo que imaginaba», afirmó, sonriente, «para mí es un orgullo pertenecer a Cruz Roja La Rioja».  

Seguidamente, los vendimiadores han protagonizado la imagen más esperada: ambos, descalzos y a apoyándose el uno en el otro, pisaron lentamente los racimos. «Queremos que todos los logroñeses se reencuentren en la alegría con la que estamos viviendo estos 'san mateos'», afirmó Óscar. «Sentimos una gran emoción al representar a Logroño», aseguró Laura. 

Pero no estuvieron solos en el cometido de extraer el mosto en el Pisado Popular. Con ellos, los niños y niñas representantes de la ciudad no lo dudaron ni un instante a la hora de sumergirse en los tinancos y hacer su pequeña aportación en el pisado más popular de las fiestas mateas.

Este Pisado Popular contaba con  novedades con respecto a la primera edición de 2019. 

En primer lugar, el acto estuvo abierto a que participase en él todo aquel que lo desease.

Así, logroñeses y visitantes tenían la oportunidad de pisar la uva en los tinancos preparados en la plaza del Ayuntamiento de Logroño. Se buscaba así recupera uno de los actos más popular de las fiestas y hacer más participativo.  A pesar de ello, han sido pocos los mayores que se han atrevido a descalzarse y a participar y han declinado seguir el ejemplo de los más pequeños que disfrutaron con el pisado ante la atenta mirada de su familiares. 

 La música puso punto y final al acto. Así, el Grupo de Danza de Logroño volvió a ofrecer una actuación folclórica bailando la jota de La Rioja Alta. 

Logroño volvió a vibrar al conectar con su esencia ligada a la tierra y a la vendimia, a la espera de entregar los frutos de la vid a la Virgen de Valvanera.