Lleva ya tiempo jubilado como locutor, muy reconocible tras toda una vida profesional en Radio Rioja Cadena SER, pero Manolo González (Herrera de Pisuerga, Palencia, 1943) no deja la afición a la tauromaquia ni al buen comer. De hecho, ambas conjugan cuando queda con la cuadrilla taurina «de comida en el Pilar, para comer productos riojanos».
Vicepresidente de la Academia Riojana de Gastronomía, asegura que «alternar tomando pinchos es muy agradable porque socialmente te relacionas mucho con los amigos y tenemos la gran suerte de tener una hostelería fantástica que hacen maravillas con los pinchos a cualquier hora del día y una gastronomía regional que está en un momento extraordinario y el turismo lo sabe».

Para tomar un pincho, se decanta por el bar La oficina de Javi, en la calle Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil, 6, de Logroño, que ha descubierto gracias al XXI Concurso de Pinchos de La Rioja, que está teniendo lugar este mes. Su propietario apuesta por '60 minutejos a la gallega', pincho compuesto de oreja de cerdo ecológico guisada con aceite de oliva virgen extra de Galicia, pimentón de La Vera, patata y sal en escamas. González lo acompaña de un vino tinto crianza de la DOCa Rioja, «una combinación perfecta».

La primera vez que lo probó, recuerda que le pareció «muy diferente, con una agradable textura, con una cocción perfecta, y el sabor, que no se puede hacer mejor». En su valoración, apunta que «el propietario del establecimiento ha dado en la clave del sabor y la presentación, y gracias al certamen está siendo descubierto por mucha gente, así que ha dado en la clave».

LA OFICINA DE JAVI. Orejita de cerdo ecológico, aceite de oliva virgen extra, pimentón de La Vera, patata cocida y sal en escamas (1,80 euros) y copa de vino crianza DOCa Rioja (2,10 euros). - Foto: Óscar Solorzano

Reconoce que no es especialmente defensor de la casquería y recuerda cómo el cocinero riojano Francis Paniego la ha «elevado a un nivel considerable» que la ha acercado a la gente. «Este pincho es un ejemplo de ese buen hacer». 

Aunque tiene algunos lugares que nunca fallan, «podría haber elegido otro cualquiera», se atreve con nuevas opciones y le gusta variar, por lo que en cada momento tiene opciones que le apetecen más que otras. «Me gusta ir a diferentes sitios, no tengo zonas exactas de pinchos, Laurel y San Juan no pueden faltar, pero en muchos barrios como en este hay pinchos excelentes». González lo tiene claro: «yo recomiendo ver, variar, porque te permite expandir el gusto y en sabor te vas enriqueciendo desde el punto de vista gastronómico».