Pablo vale la segunda ronda

El Día
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El portero, infalible en los penaltis, clasifica al Arnedo ante un conservador Atlético Baleares

Júbilo en el vestuario arnedano por la clasificación. - Foto: El Día

Ficha técnica:

Arnedo: Pablo; Moré (Sagüés, 58), Maestresalas, Chacón, Laencina (Iván Pascual, 86); Imanol Arana (David, 112), Javi Arpón, Barace (Amelivia, 86) , Almagro, Mora (Michel, 58); y Sergio Benito.
Atlético Baleares: Lucas Díaz, Iñaki, Cordero (Alfonso, 64), Kaxe, Canario (Miguelete, 90), Kevin, Carlos Ramos (Petcoff, 77), Fornies, Óscar (Laure, 64), Toni Ramón (Víctor, 64) y Uzo Adighibe (Dioni, 82).
Árbitro: Ramo Andrés (comité aragonés). Amonestó a Cordero y Óscar así como al técnico local Alberto Eguizábal.
Goles: 0-1, M. 33: Uzo Adighibe; 1-1, M: 78: Javi Arpón.
Incidencias: 1.200 espectadores en Sendero.

Pablo se vistió de héroe en la tanda de penaltis. El meta arnedano paró tres lanzamientos y metió en la segunda ronda a un Arnedo que, pese a los fallos de Chacón y Maestresalas, siempre creyó en el pase. Alfonso y Pastrana no pudieron superar a Pablo, que adivinó la dirección de todos los lanzamientos y, en el duodécimo, congeló a Iñaki. Su fiabilidad bajo palos y los aciertos de Sergio Benito, Amelivia, Míchel e Iván  Pascual permiten al cuadro de Alberto Eguizábal ganarse una eliminatoria más.

El Arnedo logró llevar la eliminatoria a los penaltis después de resistir a un Atlético Baleares que jugó con el freno de mano echado pensando que con el testarazo de Adighibe valía. Sin embargo, una ingenuidad defensiva permitió que Arpón, capitán y símbolo, empatara la contienda. Ni en lo que quedaba de tiempo reglamentario ni en la prórroga pudieron los insulares con los riojanos que se fiaron el pase a la tanda fatídica.

No se notaron las diferencias de categoría en un arranque en  el que el Arnedo fue superior al conjunto balearico que ni tuvo la posesión ni pudo intimidar a Pablo. Las mejores ocasiones fueron arnedanas y las protagonizó Mora, con un remate desviado y con un cabezazo, al ecuador del primer acto.

Sin embargo, esta llegada despertó al cuadro insular que, pese a apostar por su segunda unidad, comenzó a someter al Arnedo, que reculó metros. En un centro desde la derecha, llegó el gol balear. La zaga no estuvo expeditiva y Uzo Adighibe, elevándose sobre su marcador y obviando la resistencia de Pablo, marcó el primero con un cabezazo quirúrgico.

Fue un golpe anímico del que los locales no se repusieron aunque alcanzaron el descanso sin más rasguños y eso que Iñaki, de nuevo con la testa, a punto estuvo de penalizar otra desatención de la zaga.

Los de Alberto Eguizábal agradecieron la pausa ante un Atlético Baleares que con destello y medio de calidad abrochó media clasificación para segunda ronda.

Intensidad no le faltó al cuadro blanquillo en una segunda mitad en la que la posesión y la intención siguió siendo arnedana ante un Atlético Baleares que se dejó llevar. Sin necesidad de controlar el balón, el cuadro palmesano manejaba a su antojo la eliminatoria. Un cabezazo de Maestrasala, a balón bien templado por Laencina, fue la primera vez, al borde de la hora de juego, en la que Lucas Díaz tuvo que intervenir.

Con la entrada de Michel, el Arnedo ganó en llegada aunque la telaraña tejida por el Atlético Baleares era muy difícil de superar. Los riojanos tenían media hora para lograrlo. Por si acaso era poco tupido el sistema de contención, Jordi Roger añadió más veteranía con Laure y Víctor, presuntos titulares en lugar de los 'canteranos' Toni y Óscar.

Un disparo manso de Barace fue el tímido intento de los blanquillos por revolverse ante un Atlético Baleares que anestesió el partido pero no lo suficiente. En el primer córner que botó el Arnedo en la segunda mitad llegó la igualada. La firmó Javi Arpón, listo para penalizar una mala salida de los balearicos que se descuidaron en defensa. El capitán, en posición legal, hizo la igualada para júbilo de un Sendero que entonó el 'sí se puede'.

Un disparo desde la frontal de Carlos Ramos y un cabezazo centrado de Adighibe fue la respuesta de los balearicos que solo despertaron tras el 1-1. El equipo de Primera RFEF se tuvo que conformar con la prórroga, y gracias, porque Jorge Chacón, con un remate tan acrobático como forzado, a punto estuvo de firmar la remontada en el minuto 90. Por casta, empuje y fe, el Arnedo mereció el pase en un final loco.

En la prórroga, los de Jordi Roger inclinaron el campo pero sin que Pablo tuviera que intervenir y eso que el balón merodeó el área local. Un par de cabezazos, el más insidioso el de Kaxe, fueron las  llegadas más certeras de un Atlético Baleares que no pudo con el ejercicio de resistencia arnedana.