Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Diálogos de financiación autonómica

06/11/2021

Que la financiación autonómica lleve sin reformarse desde 2014 es una muestra más del escaso respeto que tienen los partidos en cumplir unos compromisos que tiene fecha tasada para su renovación siempre mirando a sus intereses, disimulados por las circunstancias económicas que se atraviesan y que hacen aconsejable su retraso.  

Cuando se aborda la financiación autonómica es preciso tener claro varias cuestiones: que no todos los gobiernos autonómicos se mostrarán de acuerdo con el reparto que se establezca; que se mostrarán más proclives o enemigas del modelo en función del partido que las gobierne, que incluso dentro de esos bloques puede haber alguna que se sienta más agraviada y el Gobierno debe abandonar la tentación de perjudicar a las regiones que no son de su signo político. Porque eso ha ocurrido, poniendo en cuestión la igualdad de todos los españoles con independencia del lugar en el que se viva.   

Con estas prevenciones se debe abordar el proceso de reforma de la financiación autonómica y tratar de que las disensiones que se produzcan sean las menores posibles. La reunión de los barones socialistas que se ha celebrado en Ferraz para tratar de establecer una serie de mecanismos y una posición común es una buena decisión a la vista de la proliferación de reuniones entre comunidades con los mismos problemas económicos y que comenzaban a formar bloques entre ellas con el aspecto positivo de que son de distinto signo político. La Comunidad Valenciana ha sido la más activa en la búsqueda de alianzas en todo el arco mediterráneo, hacia el norte con Cataluña y hacia el sur con Murcia y Andalucía porque esas regiones tienen varios problemas comunes, están infrafinanciadas, muy pobladas y los ingresos no llegan para responder adecuadamente a las necesidades de los servicios públicos.   

En el otro lado están las regiones con el problema del envejecimiento y la dispersión. El presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo quiere ser el portavoz de las regiones que padecen este problema, y ha convocado una reunión el próximo día 23 en Santiago para coordinar a las comunidades de la España vaciada, con presencia de algunas presididas por socialistas.  La reunión de Ferraz ha estado motivada precisamente para dar respuesta común a la iniciativa de Feijóo, en lo que supone un ejemplo de lo que tendría que ser una conferencia de presidentes, un espacio en el que se abordan los problemas comunes, con la vista puesta más en los intereses de sus ciudadanos que en los del partido al que pertenecen, aunque sería una ingenuidad no prever que la financiación autonómica será otro campo de batalla del enfrentamiento entre gobierno y oposición.  

Si todos los dirigentes autonómicos fueran capaces de tener una visión amplia y conciliar las distintas necesidades de todas ellas y trabajar para alcanzar un pacto de Estado se pondrían las bases para acabar con un problema que se reproduce periódicamente. No será así porque siempre ha ocurrido lo contrario, aunque sería una grata sorpresa que se rompiera la tendencia.  En fin, está bien que los presidentes autonómicos de un partido traten de conciliar posiciones y que también lo hagan los otros. Al menos así se confrontarán dos grandes posiciones teniendo en cuenta que siempre habrá outsiders dentro de cada grupo que complicarán el acuerdo.