El autoconsumo privado en La Rioja a través de energía solar vive una época dorada y todo apunta a que se trata solo de la punta del iceberg. La Comunidad autónoma contaba hace tres años con 87 instalaciones de carácter privado (tanto en empresas como en viviendas) y una potencia instalada de 2,5 megavatios. Actualmente son 850 instalaciones y una potencia instalada de 25 megavatios. Dicho de otra forma, tanto las instalaciones como la potencia instalada se han multiplicado por diez en el plazo de tres años, tal y como consta en el registro del ministerio para la Transición Ecológica. Es lo que desde la consejería de Sostenibilidad del Ejecutivo regional vienen a denominar, más allá de una época dorada, «una auténtica revolución del autoconsumo energético privado en La Rioja en la que queremos seguir trabajando».
Unos datos que prometen crecer considerablemente, según explica Iván Moya, director general de Transición Energética, y sumar otros 50 megavatios a la potencia ya instalada en la región. De hecho, tal y como confirman desde la propia Consejería que gestiona Álex Dorada, «hay ya otras mil instalaciones que han solicitado las ayudas» canalizadas a través de los fondos Next Generation. Fondos que finalmente, según los datos facilitados por el Gobierno, han ascendido a 11,6 millones de euros «gracias a la gran demanda de autoconsumo de La Rioja».
2.342 horas de luz solar. Época dorada o revolución, la realidad manda, y el incremento de los precios energéticos ha aportado unos cuantos y significativos puntos a favor para que hogares y empresas se lancen a la instalación de paneles solares. Todo ello tras mirar al cielo y observar que La Rioja acumula 2.342 horas de luz solar al año, según los datos recogidos en un estudio realizado por la consultora privada EDP. Un hábitat que se presenta idóneo para apostar por el ahorro a través del autoconsumo, pero también por la generación de energías limpias y sostenibles. Pero además, y siempre en base al mismo estudio, el 81% de los edificios y viviendas unifamiliares de la Comunidad autónoma son aptos para la instalación de paneles solares. Un porcentaje que permitiría cubrir el cien por cien de la demanda eléctrica de la región.
«Cabrían otras opciones de energías limpias -señala Iván Moya- pero resulta ya evidente que las placas solares resultan más sencillas para todo el mundo». Por otro lado, según las aproximaciones realizadas por el propio director general de Transición Energética, «la inversión se amortiza en aproximadamente cinco años». En este sentido, las ayudas cubren hasta un 40% de la instalación tanto para domicilios particulares como para empresas aunque en éstas últimas la subvención puede llegar al 65% si se instalan también baterías para el almacenamiento de energía.