El Consejo de Gobierno ha aprobado este miércoles el proyecto de decreto para declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) el cementerio civil-memorial La Barranca y su entorno de protección situado en el municipio riojano de Lardero.

La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, ha visitado el cementerio, donde ha anunciado el acuerdo del Consejo para su declaración como BIC, con la categoría de sitio histórico.

En una rueda informativa, Andreu ha incidido que "este es un día muy importante para La Rioja, como comunidad autónoma que recuerda la historia, la protege y la cultiva".

El 7 de marzo de 2018, ha recordado, se aprobó por mayoría en el Parlamento de La Rioja una proposición no de ley que planteaba declarar Bien de Interés Cultural el cementerio civil de La Barranca .

La jefa del Ejecutivo regional ha agradecido el trabajo del Ayuntamiento de Lardero, que en mayo pasado aprobó por unanimidad una moción para dar respaldo municipal a esta declaración y ha ensalzado también el trabajo diario durante años de los miembros de la asociación La Barranca.

Esta organización se ha empeñado en "no pasar de perfil ante la historia, ser justos con los familiares de las víctimas del franquismo y reconocer una realidad", ha agregado, en recuerdo a las 400 personas enterradas en este cementerio.

Andreu ha puntualizado en que en los colegios riojanos se conocerá la historia a través de una unidad educativa que formará parte del currículum escolar.

"Cuando se gobierna, es obligación recuperar la historia, preservarla y que las generaciones siguientes sean consciente de lo que ocurrió, principalmente para que no se repita, pero también para preservar la memoria de todas las víctimas asesinadas", ha subrayado.

Con esta declaración se reconoce que La Barranca constituye un testimonio singular de la cultura riojana, y a la vez un sitio histórico y representativo de un episodio trágico cuyo conocimiento es necesario mantener vivo, al trascender lo local para formar parte de la historia del pueblo.

De esta forma, el Gobierno riojano garantiza la preservación de este espacio histórico, y define diversas medidas de protección (en materia de obras e intervenciones), investigación y divulgación.

Esta declaración se fundamenta en dos pilares importantes que se extraen del trabajo documental del investigador Jesús Vicente Aguirre.

Por una parte, prevé preservar el escenario en el que se produjeron los hechos, un recinto en el que yacen asesinadas más de 400 personas a raíz del golpe militar de 18 de julio de 1936, como espacio simbólico y físico vinculado a ellos.

Además, desde el punto de vista etnológico, pretende salvaguardar una serie de elementos de significativo valor antropológico y simbólico derivados de estos sucesos, que con el transcurrir del tiempo y el recuerdo de lo sucedido, han conformado un acervo que forma parte de la memoria histórica colectiva de La Rioja.

Así, constituye una manifestación imprescindible para el entendimiento y defensa de la memoria histórica, no sólo en el ámbito de la Comunidad Autónoma de La Rioja, sino también en todo el territorio nacional.

La historia de La Barranca es la de un lugar de memoria construido durante ocho décadas, de modo que, cada año, los familiares y allegados de las víctimas acuden cada 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, a honrar su memoria depositando flores en el lugar, como lo testimonian los informes redactados por agentes de la Guardia Civil o de la Policía y la documentación fotográfica recogida por la Asociación La Barranca.

La siguiente fecha clave es el año 1977, cuando una comisión de familiares solicita oficialmente permiso para adecentar el lugar y realizar un homenaje, algo que es concedido por el Gobierno Civil.

El 25 de marzo de 1978 se produce el acuerdo de la Comisión de Gobierno de la Diputación Provincial con informe favorable de la Comisión de Patrimonio sobre la cesión de los terrenos de la finca de La Barranca; y entre ese año y 1979 se procede a la realización de las obras de construcción del cementerio, que es inaugurado el 1 de mayo de 1979, presidido a la entrada por el monumento de homenaje a los fusilados del escultor riojano-chileno Alejandro Rubio Dalmati.

Otros hitos en años posteriores la creación en 2008 de la Asociación La Barranca, que asume la gestión del emplazamiento; y en 2015 la colocación del histórico mural 'Mapa de presos'.

Esta declaración se toma en consideración al señalarse que La Barranca constituye un testimonio singular de la cultura riojana, y a la vez un sitio histórico y representativo de un episodio trágico cuyo conocimiento es necesario mantener vivo, al trascender lo local para formar parte de la historia del pueblo.