La comunicación telefónica entre Génova y Duquesa de la Victoria está al rojo vivo. El calendario aprieta y la dirección nacional del Partido Popular apura una salida para el relevo de José Ignacio Ceniceros al frente del partido en La Rioja que pueda, si no contentar a todos, no levantar ampollas que hagan revivir el aciago congreso de 2017. Tras meses en los que el acercamiento en busca de una única lista aspirante entre los dos precandidatos postulados, Alfonso Domínguez y Alberto Bretón, no fue posible, y que la apelación a la unidad del no autopropuesto, pero sí incluido en el tablero de opciones, Carlos Cuevas, tampoco se ha traducido en resultados tangibles, el equipo de Feijóo explora la vía del catedrático de Historia y exconsejero de Educación Gonzalo Capellán como alternativa por designación directa y sin congreso.
Sin embargo, la 'solución Capellán', que no es de última hora, puesto que su nombre ya sonaba el pasado mes de abril, no está exenta de complicaciones. «Tanto Génova como el interesado tienen que estar dispuestos a sufrir el desgaste de un dedazo», afirmaba este jueves a El Día de La Rioja un miembro del partido, que asegura compartir un sentimiento de otros muchos afiliados, que ven en la designación directa como alternativa a un congreso y en los escasos esfuerzos por intentar en consenso entre los candidatos, un afrenta a la militancia. El malestar por cómo se está desarrollando el proceso, con prisas de última hora, lo exponía un alto cargo del partido con una frase lapidaria: «Le estamos poniendo las cosas muy fáciles a Concha Andreu».
En un ambiente de enorme incertidumbre, de conjeturas y de 'quinielas', el partido podría encender la fumata blanca tras este fin de semana. Mientras, Gonzalo Capellán, el nombre que está en boca de todos, declinaba este jueves, en conversación telefónica con El Día de La Rioja, efectuar declaraciones. Si fuentes consultadas el miércoles daban por hecho que la decisión del partido sobre la persona llamada a liderar al PP riojano se tomaría en dos semanas, las últimas noticas parecen haber acelerado el proceso.
El perfil de Génova. A la espera de ese pronunciamiento, desde la dirección nacional fuentes solventes indicaron a este periódico que el partido busca una persona con «un perfil que permita ampliar el espacio político del PP, que una al partido y que consiga reunificar el voto del centro derecha». Y la fórmula para elegir a esa persona es la designación directa, en vez de un congreso «que podría ahondar en la división».
Con la baza de Capellán sobre el tablero de juego, y un sinfín de rumores sobre si el político jarrero, hijo del histórico alcalde de Haro, Patricio Capellán, habría declinado el ofrecimiento de Génova o por contra habría aceptado el reto, nadie confirma que los otros candidatos estén descartados. Fuentes consultadas por este periódico apuntan que, al menos en el caso de Alfonso Domínguez, se habría producido el ofrecimiento de aceptar la alternativa de Capellán como líder del partido y candidato a la presidencia del Gobierno de La Rioja, a cambio de un puesto de alta responsabilidad, una especie de número dos, o que ese planteamiento fuera a la inversa. En medio de este maremágnum de conversaciones y conjeturas, hay también en las filas de los populares riojanos quienes defienden el cumplimiento de los estatutos y la celebración de un congreso, en el que se decidan los nombres. «Hay que hacer las cosas bien, y ya que hemos tardado tanto tiempo, por un poco más no pasa nada», comentaba ayer otro miembro del PP en la región.
¿Y si la presidenta fuera Cuca? La lógica indica que el nombre de Cuca Gamarra haya aparecido en las quinielas sobre el futuro del PP riojano. Cierto es que la alta responsabilidad que ocupa la exalcaldesa de Logroño en el equipo de Núñez Feijóo y la incompatibilidad de esa encomienda con llevar también las riendas del partido en su tierra parecen hacer inviable que Gamarra fuera la persona elegida para el reto de recuperar el Gobierno de la Comunidad autónoma y llevar de nuevo al PP a alcaldías perdidas. Sin embargo, una de las hipótesis que han circulado, y que destacados miembros del partido no dan como mera especulación, es que la diputada riojana pudiera ocupar la presidencia regional del partido, pero no encabezar el cartel electoral a las autonómicas de 2023. De acuerdo con esta tesis, que ya sonó hace meses, la figura del secretario general, es decir el número dos del partido, sería quien le disputaría el cargo a Concha Andreu. En el partido, sin embargo, hay quien ve en esta posibilidad una clara incompatibilidad entre sus cargos nacionales y la hipotética presidencia del PP riojano.