«La movilidad parece que irá por la electrificación»

Feli Agustín
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Javier Martínez-Aldama, presidente del Clúster de Automoción, cree que "si somos capaces de crear un polo de desarrollo industrial del automóvil en La Rioja será un imán para otras empresas"

Javier Martínez-Aldama está, presidente del Clúster del de Automoción de La Rioja. - Foto: Clara Larrea

Javier Martínez-Aldama está, desde hace menos de un mes, al frente del Clúster de Automoción de La Rioja, formado por 17 empresas pertenecientes al sector auxiliar del automóvil, ocho socios colaboradores y tres organismos de I+D+i.  Con una facturación conjunta de más de 380 millones de euros, el clúster representa una importante porción de la tarta  del sector, que supone más del 10% del Producto Interior Bruto de La Rioja. Con 1.900 empleados, el 60% de los más de 3.000 que ocupan sus empresas, el sector va a cerrar el año mejor  de lo previsto:ha mantenido plantillas y ha contenido las pérdidas a un 20%, la mitad de lo que se preveía hace solo unos meses. No obstante, la incertidumbre sigue pegada al chasis de una industria que tiene por delante importantes retos en los que ya trabaja, como la digitalización,  la innovación colaborativa o la movilidad sostenible.

Es desde el 3 de noviembre presidente del Clúster de Automoción. ¿Cómo se enfrenta a esta responsabilidad?

Con ilusión y respeto. El clúster es una asociación de empresas innovadoras, con lo que si te eligen para la presidencia es una gran responsabilidad y un honor.

¿Cómo se encuentra en este momento el sector de la automoción?

Después de atravesar un año anómalo y un tanto desastroso, como el resto de sectores, en el cuarto trimestre la producción ha subido mucho, han mejorado considerablemente las condiciones de productividad y ahora está en una situación prácticamente normalizada.  No obstante, este contexto de incertidumbre se ha reflejado en grandes oscilaciones  en los programas de fabricación y, particularmente, en variaciones bruscas en los programas de producción de las grandes compañías. Ello ha influido en toda la cadena de valor y, por tanto, en los fabricantes de componentes.

 

Diversos actores del sector han mostrado su sorpresa porque después de dos trimestres nefastos el sector ha mostrado en el cuarto una reactivación poco previsible.  ¿Cuáles han sido los motivos de este ‘renacer’?

Son varias las razones que han influido.Hay una primera explicación que hace referencia a las ayudas que implementaron varios países europeos, principalmente Francia y Alemania, para soportar un sector esencial en la economía, como es el del automóvil. Esas ayudas para la renovación de los vehículos han ayudado a aplicar nuevos programas de producción en el cuarto trimestre.

Todas las grandes empresas, tanto de automoción como de componentes, han sometido a sus plantillas a ERTE. ¿Han podido las fábricas de La Rioja salvar el empleo?

Gracias a esos expedientes temporales se ha podido mantener el empleo. Aquí, en concreto, apenas ha sufrido variaciones. Gracias a esas medidas, los fabricantes han dispuesto de la flexibilidad adecuada para adaptarse a las caídas de producción durante los dos trimestres previos. Prácticamente todo el mundo ha recuperado la totalidad de las plantillas en este cuarto trimestre.

La incertidumbre sigue presidiendo la situación de los mercados. ¿Qué perspectivas futuras manejan?

Inciertas. Se desconoce qué va a suceder a partir de enero. La inquietud es el estado que reina en el mercado global, no solo por la pandemia, sino también por los cambios en el modelo de movilidad. Los componentes estamos condicionados por los programas de los fabricantes de automóviles, que ahora mismo están sujetos a una notable incertidumbre. Dependen de los volúmenes de venta finales, de los modelos de motorización, de los vehículos que se vayan a lanzar al mercado, de su aceptación por el mismo... Lógicamente, la situación general de incertidumbre que vive la sociedad tiene su reflejo en toda la industria, y en la nuestra con más motivo.

El sector de componentes de automóvil supone el 10% del PIB riojano y da empleo a unos 3.000 trabajadores. ¿Se han sentido suficientemente apoyados por el Gobierno regional?

Nunca te sientes suficientemente apoyado cuando te encuentras en una situación de crisis. El apoyo del Gobierno riojano está muy condicionado por las administraciones central y europea, así que no sé hasta qué punto hubiera sido capaz de hacer más. La realidad es que el sector no ha tenido necesidad y no ha recurrido a medidas de apoyo excepcionales. Sí que es esencial que se implementen planes de apoyo, recuperación y reindustrialización a largo plazo. A corto, estamos sometidos a unas incertidumbres globales que el Gobierno riojano no va a ser capaz de compensar por muchas ayudas que ponga en marcha. En el largo recorrido, sí que es necesario un plan de desarrollo de un sector que supone más del 10% del PIB, que genera muchos empleos y, sobre todo, proporciona estabilidad y desarrollo futuro.

¿Sobre que bases debería apoyarse ese plan de reindustrialización al que hace referencia?

Hay que decidir por dónde vas a caminar. Las empresas del clúster tienen que innovar de manera continuada porque eso forma parte de su ADN, es una de sus características intrínsecas. Son empresas que aspectos como la industria 4.0, la fabricación flexible, la economía circular... los han implementando y siguen investigando en ellos.

 

¿Y como política de gobierno?

Se debe apostar claramente por ese tipo de industrias que tienen futuro, que están en la vanguardia tecnológica, que pueden atraer otras inversiones y crecer  dentro de la región. Ese tipo de industrias pueden desarrollar un modelo educativo de excelencia, un empleo de calidad y van  a sustentar el estado del bienestar y una masa laboral importante, de calidad y con futuro.

 

El Clúster de la Automoción está elaborando un plan estratégico y ya están trabajando en digitalización y movilidad sostenible. ¿Qué otros aspectos contemplan? 

Dentro de las empresas también estamos trabajando en el desarrollo de tecnologías de comunicación  y movilidad sostenible, que son cajones de sastre donde caben muchas cosas. Las empresas del sector están trabajando en la digitalización de sus productos y de sus procesos, monitorización y aplicación de tecnologías 5G, valorización de residuos para la economía circular o nuevos materiales.

La pandemia ha hecho más patente una nueva movilidad, en la que Logroño está comprometida con el programa Calles Abiertas, reto al que debe hacer frente el sector. ¿Cómo se enfrenta la automoción a estos desafíos y nuevas demandas?

De una manera clara, con modelos definidos. La semana pasada celebramos la II Noche de la Automoción con dos ponentes de primer nivel, José Antonio León Capitán, director de comunicación de PSA España y Portugal, que explicó que apuestan firmemente por la electrificación y el desarrollo de motores eficientes de combustión. El otro ponente, Jorge Álvarez-Naviero Sánchez, director de comunicación del Grupo Antolín, comentó que la electrificación del coche implica también un cambio en el interior del automóvil. El modelo de movilidad debe decidirse desde la política, aunque parece claro que va a ir por la electrificación.

¿Cuáles son las exigencias que plantea la electrificación? 

Puntos de recarga, modelo de facturación, de relación del usuario con los vehículos... Hay diferentes modelos, los que potencian la utilización de vehículos particulares, fórmulas car-sharing [coche compartido]... El cambio de movilidad parece claro y las empresas ya están preparas para ello desde el punto de vista de fabricación de nuevos materiales, optimización de procesos productivos o la digitalización de los mismos. Ya están implementando estas actuaciones y ahora lo que hace falta es que haya un reflejo real en infraestructuras y política general. Para movilidades urbanas vamos a un modelo de electrificado puro; para las interurbanas, tendremos que seguir manteniendo los vehículos de combustión térmica o híbridos enchufables o autoregenerativos, en tanto no haya un desarrollo de otros sistemas más eficientes, o bien de baterías, o pila de combustible basada en hidrógeno, que también habrá que producir de manera ecológica y con un impacto de carbono lo más cercano posible a cero. Pero todo ello hay que verlo desde una perspectiva global;no vale con decir que el impacto en huella de carbono de vehículo electrificado es cero; todo el proceso debe tener huella de carbono cero. El proceso de fabricación del combustible también debe tener una huella cero y eso es algo que, a veces, los políticos obvian, aunque tiene un impacto trascendental.

¿Están las empresas riojanas preparadas para ello?

Sí, sin ninguna duda.

La ministra de Industria, Reyes Maroto,  anunció que 10.000 millones de los fondos europeos que están por venir se van a destinar al sector de la automoción. ¿Qué le parece esta cuantía?

Según lo que la ministra explicó, hay tres áreas que se contemplan para realizar esa inversión. El grueso de la suma, 6.000 millones, se destina a un plan de choque para la movilidad sostenible, fundamentalmente en entornos urbanos y metropolitanos, que parece que va orientado a infraestructuras, puntos de recarga, aparcamientos... todo lo que se vincula a la  movilidad del vehículo eléctrico dentro de los núcleos urbanos. El segundo bloque, con 1.500 millones, hace referencia a la hoja de ruta para la producción de hidrógeno renovable; y un tercero se refiere a líneas de apoyo a proyectos estratégicos para la transición industrial, dotado con los 2.500 millones restantes. De esos 10.000 millones, a la industria de la automoción de manera directa se dirigen estos 2.500 millones.

El automóvil es la base de la industria moderna, con la producción en cadena, y del capitalismo...

Yo no  lo diría así. Diría que es la base de la libertad individual.

 

...está  el sector del automóvil enfrentándose a una nueva época?

Sin ninguna duda. La industria del automóvil está sumida en una revolución, aunque no tan disruptiva como pueda parecer: los primeros modelos de automóvil eran eléctricos; es un modelo de revolución más colaborativo. Todos los asuntos vinculados con la conectividad o la conducción autónoma exigen una colaboración entre los actores tradicionales de la industria del automóvil y nuevos protagonistas.  Ello se ve en Google car o Tesla, vehículos que han surgido nuevos y que, con sus muchos problemas de fiabilidad y prestaciones, acabarán consolidándose. Lo que sí es cierto es que necesitan la base tanto de los fabricantes de automóvil como de los componentes, porque por mucha conectividad o sistemas de posicionado y lectura inteligente o autoaprendizaje de los sistemas electrónicos, hay que montarlos.

¿Qué otras empresas o industrias serán necesarias  en La Rioja para arropar a la automoción en esta nueva etapa?

Tenemos que ser las propias empresas las que colaboremos entre nosotras con centros de conocimiento, tecnológicos, universidades, con centros de investigación básica donde se puedan desarrollar áreas que ahora mismo, aquí en La Rioja, no lo están. Se pueden fabricar prácticamente todos los componentes para la estructura de un coche, su revestimiento interior y aislamientos, pero no se pueden fabricar baterías, ni cargadores, ni motores para los sistemas de dirección. Es una colaboración mutua entre los centros de conocimiento y la industria del automóvil y, si realmente somos capaces de crear un polo  de desarrollo industrial del automóvil en La Rioja, de conocimiento y colaboración, actuará como imán para otras empresas. Lo fundamental es la colaboración entre las empresas y los centros donde se pueda generar el conocimiento y la investigación.

¿Puede ser el clúster este nexo?

Esa es su vocación y su objetivo fundamental:ayudar a la colaboración para el desarrollo de proyectos de excelencia para contar con una industria que siga siendo referente tanto a nivel nacional como europeo. Es un foro de cooperación de las empresas con otras entidades donde se desarrolla el conocimiento.