Tras unas jornadas centradas en renovar al grueso del equipo (Jade Boho, Chini Pizarro, Isabel Longa, Ana Velázquez, Silva Ruiz, Judith Luzuriaga, Lorena Valderas y Carolina Marín) y anunciar las nueve bajas para la próxima temporada (Johansen, Nágela, Vanessa Santana, Leticia, Isadora Freitas, Dany Helena, Ana Carol, Raquel García y Dorine), el EDF ha dado el primer golpe de mercado de la temporada 20-21, campaña que no tiene fecha de inicio pero para la que el conjunto riojano comienza a prepararse.
El Municipal de Las Gaunas sirvió para presentar al primer gran fichaje del verano en la Primera Femenina: Olga García (Dosrius, Barcelona, 1992). Se trata de una delantera con una trayectoria inmaculada en la elite del fútbol femenino fruto de su paso por el Barcelona, Levante y Atlético de Madrid, los tres grandes -con permiso de Rayo y Athletic- de la categoría. A este palmarés, que se completa con 34 presencias en la selección española, hay que sumar los siete títulos conseguidos: tres ligas y cuatro copas.
En Logroño estará dos temporadas más (hasta 2022, como Jade Boho, la que será su compañera de ataque) y tendrá, de primeras, la opción de sumar un nuevo entorchado pues el EDF es uno de los cuatro semifinalistas de la Copa de la Reina de la temporada 2019-20, competición que aún no tiene fecha ni formato para resolverse.
Olga García es, desde ayer, futbolista a todos los efectos del EDF aunque, curiosamente, su equipo de procedencia, el Atlético de Madrid, aún no ha acabado la temporada ya que disputará los cuartos de final de la Liga de Campeones con el Barça (San Mamés, 21 de agosto, 18 horas).
La delantera llega a Logroño con el objetivo de reivindicarse tras un año en el que no ha tenido «muchas oportunidades». En sala de presa mostró la misma soltura que en el terreno de juego: un discurso seguro, ambicioso y sin lugares comunes. Todo lo contrario de lo que suele destilar el tópico masculino.
Contenta y feliz. Olga García se mostró muy «contenta» y «muy feliz» por llegar al EDF, al que definió como «un club familiar y profesional». Cuando surgió la propuesta logroñesa, no se lo pensó. Al proyecto logroñés hay que sumar un intangible más: Las Gaunas. «De los mejores campos de la Primera Femenina».
La catalana aspira a encontrar en el EDF el ambiente que vivió en el Levante, el club «donde mejor he estado» y que guarda similitudes con la estructura riojana que aspira a «estar arriba» y «seguir siendo competitivas como lo han sido». La delantera llega en busca de minutos y de recuperar las sensaciones perdidas pero, especialmente, para poner su oficio rematador al servicio de Gerardo García León y de sus compañeras. Para el técnico no tenía más que palabras de elogio: «He recibido muy buenas palabras. Creo que es el mejor entrenador de Primera».