Marvel homenajea la mitología egipcia

Pablo de Carlos
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La miniserie 'Caballero Luna' es una historia oscura y rupturista con todo lo que nos lleva mostrando el universo de superhéroes, con un Oscar Isaac que firma una gran actuación

El enigmático guerrero busca hacer el bien en un mundo amenazado por fuerzas siniestras. - Foto: Disney +

Hace unas semanas finalizó la miniserie de seis capítulos Caballero Luna. Una historia centrada en el personaje homónimo creado por Doug Moench y Don Perlin en 1975. La trama se centra en Mark Spector, un cruzado elegido por el dios lunar egipcio Khonshu como su avatar para «proteger a los viajeros de la noche y vengarse en su nombre de quienes les hagan mal». Sin embargo, este héroe tiene la mente fragmentada y dentro de su cuerpo habitarán varias personalidades pugnando por aflorar. Sin duda, todo un reto interpretativo que abrazó el Oscar Isaac con resultados impecables. Frente a él se encuentra Arthur Harrow (Ethan Hawke), un fanático religioso que quiere el regreso de la deidad Ammyt y que ella sojuzgue y castigue al mundo. El tercer personaje es Layla El-Fauoly (May Calamawy), la mujer del protagonista. 

Una de las cosas que llama la atención de la propuesta es su aparente independencia con respecto a los acontecimientos del universo Marvel (MCU). No hay referencia al lapso ni a Thanos, ni a ningún otro vengador ni superhéroe. Está concebida la ficción como una rara avis ajena a todo. No es de extrañar puesto que el tono es muy diferente a lo ya visto hasta ahora. Empezando por la propia concepción del protagonista. Y es que se nos presenta a Grant como un apocado trabajador del museo británico que tiene episodios de amnesia y de repente se encuentra en lugares o haciendo acciones que no puede explicar. Este personaje se va percatando que dentro de él convive otra entidad que le va guiando. A partir de ahí se afronta uno de los temas principales de la serie que es el de la salud mental. Discernir qué es real y qué no. Y analiza los comportamientos defensivos de la mente ante unos u otros hechos traumáticos hasta el punto de crear varias personalidades a la vez cada una con su personalidad y forma de ser, sentir y pensar. 

El otro gran aporte de Caballero Luna es el del acercamiento a la cultura y mitología egipcia. No es demasiado fidedigna y cambian atribuciones y conceptos de los dioses según conveniencia del guion. Sin embargo, el propio hecho de que el director sea Mohamed Diad, que es de ascendencia egipcia, le ha dado una impronta y respeto para con su cultura impecables. Los mitos y tradiciones ancestrales egipcias están introducidos de una forma tal que invita al espectador a interesarse por la base real y conocer deidades como Khonshu, Ammyt o Tuaeris… o incluso conceptos como el viaje al más allá que, si bien El Libro de los muertos no lo relata de la misma forma que la serie, sí se aborda con conceptos similares; todo un acierto para una producción Marvel.

Por todo ello la propuesta es más un alegato y reivindicación del mundo egipcio y la exploración de la psique humana que una serie de superhéroes. Y ojo, acción la tiene sobre todo al final, pero no es esencialmente eso. Tiene un trasfondo que va más allá y es lo que la hace distinta, original y rompedora. ¿Y abierta a una continuación? Con la presentación de una tercera personalidad de Spector mucho más salvaje da pie a ello. Ha nacido un nuevo héroe del oscuro manto de la noche y promete ofrecernos un espectáculo diferente y atractivo cara a los que estén ya cansados de los héroes clásicos. 

Veremos si Disney da continuidad a la serie, aunque es muy probable que así lo haga cara a fomentar esa vertiente más oscura de Marvel, que también indagará con personajes confirmados como Blade, Caballero Negro o El Hombre Lobo. ¿Vendrá el grupo Los hijos de la medianoche? El tiempo lo dirá. 

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