Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Experta en comunicación

11/12/2021

Experta no, superexperta en comunicación. Yolanda Díaz tiene el futuro asegurado si un día decide abandonar la política. Ha dejado atrás el comunismo recalcitrante para tomar una serie de iniciativas que no tienen nada que ver con lo que defendía años atrás, sino con lo que pretende defender años futuros.

Mantiene las relaciones y lazos que le vienen bien para sus proyectos próximos, como los sindicales, con Comisiones Obreras a la cabeza, y seguro que en su vida privada también hay continuidad con los amigos de siempre; pero desde que es ministra y advirtió que podía aspirar a mucho más, se ha convertido en la dirigente política que más tiempo ha dedicado a la estrategia de comunicación. No necesita contratar a expertos en la materia, se vale por sí misma. Empezó con el aspecto exterior, importantisimo en el mundo de los personajes públicos, de ellas y de ellos, y continuó abrazando causas que mueven muchos votos. Muy inteligente.

Tan inteligente, que se ha convertido en la principal rival de Pedro Sánchez, el último en darse cuenta de sus avances. Mantiene la tensión informativa permanente al no anunciar su candidatura a la presidencia del gobierno, pone de los nervios a las dirigentes de Podemos y al propio Sánchez con su famosa plataforma y sus reuniones con mujeres que tienen su público, y ahora … el Papa. Sí, el Papa Francisco, cuestionado por infinidad de católicos que le ven excesivamente cercano a movimientos izquierdistas, y agasajado precisamente por los afines a los movimientos izquierdistas, que son los que interesan a Yolanda Díaz.

Algo debió sospechar la ministra de Trabajo sobre cómo caería en el gobierno esa audiencia, porque no informó a nadie de su intención hasta que el Papa la tuvo en su agenda. El Vaticano, para el gobierno actual, debe ser cosa de mujeres. La vicepresidenta segunda tiene mucho empeño en verse con el papa Francisco, y el presidente Sánchez tiene mucho empeño en mandar de embajadora a Isabel Celaá, que como ministra de Educación trató con bastante desprecio a los colegios concertados y privados religiosos.

Cuesta creer que Díaz tenga un interés inconmensurable por conocer al papa Francisco. Lo que no cuesta nada creer es que ha promovido esta audiencia con un objetivo político importante: acercarse hacia el espacio de centro del que abominaba hasta hace nada, potenciar así la plataforma transversal con la que pretende presentarse a las elecciones y conseguir los votos necesarios para convertirse en presidenta. Ser vicepresidenta no le parece suficiente.

No es buena noticia para Sánchez, se le puede escapar parte de su electorado. Tampoco para Belarra y Montero, con las que Yolanda Díaz no parece que cuente mucho y, si cuenta, no será para darles cancha excesiva. Debería ser buena para Pablo Casado, porque divide el voto de Sánchez … pero Casado, incomprensiblemente, está en el monte. Obsesionado con destrozar a Isabel Ayuso, está destrozando el PP.