De jovencitas y sirvientas

Bruno Calleja Escalona
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El Servicio Doméstico ejerció como colegio de niñas, convento e internado para criadas. Su derribo en 2006 generó una viva polémica

Unas mujeres transitan frente a los edificios del Servicio Doméstico, en una estampa de principios del siglo XX. Debajo, la parroquia de la Inmaculada y la residencia María Inmaculada. - Foto: Colección de Taquio Uzqueda

El Servicio Doméstico sigue presente en el imaginario logroñés por la labor social, muy popular en la ciudad, que prestó durante décadas la congregación de las Hijas de María Inmaculada en un complejo de edificios que daban cabida a un convento, que llegó a tener casi un centenar de religiosas, un colegio de niñas y un internado para jóvenes sirvientas.

De aquel legado, quedan hoy la moderna residencia femenina María Inmaculada y la parroquia del mismo nombre, que sigue en activo, construida con posterioridad a los inmuebles del Servicio Doméstico, proyectados por el afamado arquitecto logroñés Fermín Álamo. 

Los orígenes de aquel convento-colegio, que se asentaba en la céntrica esquina que conforman la Avenida de la Paz y la calle Doce Ligero, hay que buscarlos en los ensanches de la ciudad de principios del siglo XX, que Fermín Álamo había realizado un año antes. De aquella alineación quedó disponible el solar de las futuras Doce Ligero y Avenida de la Paz. Según relata el cronista Jerónimo Jiménez, la primera piedra se colocó el día 19 de Junio de 1914, a cargo del abad de La Redonda. 

Las obras, que se alargaron durante unos años, permitieron levantar un edificio de tres pisos de estilo ecléctico, que mezclaba ladrillo en las esquinas con enlucido en blanco en la fachada. Las ventanas presentaban diferentes formas y la decoración interior era prácticamente nula. Unos años después, hay noticias de reformas en el edificio. La iglesia fue el último edificio que se construyó. Lo realizó en 1953 Agapito del Valle y la primera piedra se puso el 12 de junio de ese año. En 1978 fue habilitada como parroquia de la Inmaculada. La iglesia presenta un estilo muy diferente al del convento, con una fachada íntegramente de ladrillo, una gran nave interior y decoración reservada a unos lugares concretos.  El edificio del Servicio Doméstico dio cobijo a la comunidad religiosa hasta su derribo en 2006, en medio de una gran polémica vecinal y política, ya que se trataba de un edificio histórico. 

Sin embargo, la obra se ejecutó al demolerse el antiguo edificio para ser sustituido por uno de nueva construcción que sirviese de convento y residencia. El único elemento que se salvó de la piqueta fue la iglesia, restaurada y reabierta al público en 2008.l Servicio Doméstico sigue presente en el imaginario logroñés por la labor social, muy popular en la ciudad, que prestó durante décadas la congregación de las Hijas de María Inmaculada en un complejo de edificios que daban cabida a un convento, que llegó a tener casi un centenar de religiosas, un colegio de niñas y un internado para jóvenes sirvientas.

De aquel legado, quedan hoy la moderna residencia femenina María Inmaculada y la parroquia del mismo nombre, que sigue en activo, construida con posterioridad a los inmuebles del Servicio Doméstico, proyectados por el afamado arquitecto logroñés Fermín Álamo. 

Los orígenes de aquel convento-colegio, que se asentaba en la céntrica esquina que conforman la Avenida de la Paz y la calle Doce Ligero, hay que buscarlos en los ensanches de la ciudad de principios del siglo XX, que Fermín Álamo había realizado un año antes. De aquella alineación quedó disponible el solar de las futuras Doce Ligero y Avenida de la Paz. Según relata el cronista Jerónimo Jiménez, la primera piedra se colocó el día 19 de Junio de 1914, a cargo del abad de La Redonda. 

Las obras, que se alargaron durante unos años, permitieron levantar un edificio de tres pisos de estilo ecléctico, que mezclaba ladrillo en las esquinas con enlucido en blanco en la fachada. Las ventanas presentaban diferentes formas y la decoración interior era prácticamente nula. Unos años después, hay noticias de reformas en el edificio. La iglesia fue el último edificio que se construyó. Lo realizó en 1953 Agapito del Valle y la primera piedra se puso el 12 de junio de ese año. En 1978 fue habilitada como parroquia de la Inmaculada. La iglesia presenta un estilo muy diferente al del convento, con una fachada íntegramente de ladrillo, una gran nave interior y decoración reservada a unos lugares concretos.  El edificio del Servicio Doméstico dio cobijo a la comunidad religiosa hasta su derribo en 2006, en medio de una gran polémica vecinal y política, ya que se trataba de un edificio histórico. 

Sin embargo, la obra se ejecutó al demolerse el antiguo edificio para ser sustituido por uno de nueva construcción que sirviese de convento y residencia. El único elemento que se salvó de la piqueta fue la iglesia, restaurada y reabierta al público en 2008.