Las playas cretácicas de El Barranco Pedido de Enciso han estrenado la temporada de verano este sábado y han recibido este fin de semana a los primeros valientes que han querido probar las frías aguas del Alto Cidacos que no han sido muchos porque los cielos estaban nubosos y ha habido tormentas. Pero las familias que se atrevieron a visitar el parque han disfrutado sin saturaciones y ha sido «una experiencia muy divertida y para volver», comentaron ayer a El Día.
El parque de paleoaventura El Barranco Perdido ya ha abierto por tanto su temporada de verano con las piscinas y playas cretácicas, zona de géiseres, chorros, rocódromo acuático. Y queda todo un periodo estival por delante para que todo el que quiera pueda acercase a este bonito y curioso paraje que durante miles de años fue tierra de dinosaurios. Unos protagonistas ancestros que dejaron claramente marcado con sus huellas en kilómetros de terreno que fueron los reyes del lugar y hoy esas icnitas pueden visitarse como otro atractivo del parque. El único temático y acuático de La Rioja. Este verano abre ya sin restricciones. Y por tanto para muchos clientes que no hayan ido en dos años, el parque aporta novedades ya que se volverá a abrir el gran tobogán de la zona de multiaventura y vuelven a ofrecerse las visitas guiadas a los yacimientos de icnitas en todoterrenos. Ambos servicios se habían restringido por seguridad por la pandemia.
El gerente del parque, Víctor Fernández, explica a El Día de La Rioja que las restricciones referidas al protocolo en las desinfecciones se mantienen y no hay ninguna otra limitación sobre el covid. El gerente indica que comienza la temporada de verano con la apertura de la zona de baño, la modificación de horarios y se abre ya todos los días (excepto los lunes en junio), con horario de 11 a 7 de la tarde en junio, y junio y agosto hasta las 8.
Recuperar cifras.
Se espera un buen verano, siempre previendo que en lo climatológico el tiempo se va a comportar normal, con un cierre de campaña de unos 30.000 usuarios, datos similares a un año normal prepandemia.
Aún así, el parque cerró la temporada de 2021 con unos buenos datos, teniendo en cuenta que hubo 26.500 visitantes, una cifra equiparable a los veranos previos a los años de la pandemia. No se puede equiparar con toda una temporada previa a la pandemia porque el parque tuvo que estar cerrado durante algunos meses o no hubo excursiones escolares. La mayor parte de los usuarios, un 33%, llegaron de La Rioja, porque había también aún un turismo muy 'local'. Aunque un 30% procedía del País Vasco o el 11% de Navarra. «Ahora se espera que el turista riojano que ya nos ha conocido repita». «Pero lo cierto es que el público navarro y el vasco ocupan el 57% del total de los usuarios al parque cualquier otro año». Fernández explica que se trata de un parque que está a una distancia idónea que te permite pasar el día y volver a una buena hora a casa de cualquier parte de la Comunidad o de un zona limítrofe o pernoctar en la comarca. Por lo que anima «a la gente a conocer esta parte del alto Cidacos y su entorno que sorprende mucho y no es lo más conocido».
Los circuitos y zonas.
El parque está dividido en diferentes zonas. Por un lado está el museo, con su exposición fija. La playa cretácica cuenta con sus piscinas, géiseres o colina de los Saurios donde se desarrollan talleres paleontológicos infantiles y un solárium. Hay un parque de los pequeños exploradores cerca del restaurante en la parte alta del parque. Y hay dos circuitos que se pueden adquirir en las entradas juntos o por separado. Uno es el Paleontológico. Con el que se excava en un yacimiento de huellas real y después en un laboratorio se usan tecnologías y se aprende sobre icnitas. Y por otro lado está el Circuito Multiaventura con puentes tibetanos, tirolinas, rocódromos, el gran tobogán, tiro con arco, y también para pequeños con talleres y manualidades.