La reforma laboral da alas al contrato a tiempo parcial

Feli Agustín
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Un total de 12.831 de los 37.527 suscritos hasta abril los son a jornada reducida, siete puntos más que hace un año;las mujeres son las principales destinatarias

Hostelería es uno de los sectores que más profesionales demandan. - Foto: Óscar Solorzano

El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, presumía el jueves pasado del dinamismo del mercado laboral español, cuyo favorable desempeño no pueden frenar ni la guerra de Ucrania ni la subida de los precios que han colocado la inflación en niveles nunca antes conocidos. El ministro tiraba de estadística y recordaba que la afiliación superó por primera vez en abril los 20 millones de cotizantes y resaltó que «continúan apreciándose, cada vez con mayor intensidad, los efectos positivos de la reforma en el mercado laboral», especialmente en el crecimiento de los contratos indefinidos y reducción de los temporales.

Igual optimismo mostraba el mismo día el consejero riojano de Desarrollo Autonómico, José Ángel Lacalzada, que destacaba en el Parlamento el importante incremento de la contratación indefinida que ha traído consigo la reforma laboral que, en el último mes del que hay datos, alcanzó cerca  del 40% de nuevos contratos.

Sin embargo, estos datos, que constatan el éxito de la reforma legislativa, muestran una cara b, el incremento de los contratos de tiempo parcial, que representaron en La Rioja en el primer cuatrimestre del año uno de cada tres, de tal manera que de los  12.831 de los 37.527 suscritos, algo más de 34%, se encuadran en esta categoría. Este porcentaje refleja un aumento de siete punto sobre el mismo periodo del año anterior, cuando de los 33.1866 contratos firmados, 9.156, un 27%, eran de esta modalidad. En abril, el primer mes en el que la reforma laboral fue del todo efectiva, se registraron en La Rioja 5.874 contratos indefinidos, de los que 1.810, el 31%, lo han sido a jornada reducida. 

La contratación temporal es una  modalidad laboral que suscriben principalmente las mujeres y, así, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE),  de los 11.439 contratos indefinidos,  bonificados y no, registrados en el primer cuatrimestre, 3.587 lo fueron a jornada parcial, de los que 2.315, un 65%, los rubricaron personas del sexo femenino.

«Dignificar». Jesús Izquierdo, secretario general de UGT, aun reconociendo esta circunstancia, le resta importancia y la atribuye al incremento general de la contratación. «Si bien es cierto que han aumentado los contratos a tiempo parcial en La Rioja durante, creemos que estos datos están relacionados con que ahora se formalicen muchos más contratos en general, tanto a tiempo parcial como a tiempo completo», argumenta Izquierdo, que no se cansa de ensalzar las bondades de la reforma laboral. «Es muy positiva para la clase trabajadora, pero los sindicatos debemos estar vigilantes en que especialmente en esos trabajos a tiempo parcial no existan empleos precarios y se garanticen subidas salariales para todos los convenios», alerta el secretario general de UGT. Insiste en que se deben seguir dando pasos para mejorar las condiciones de trabajo de muchas personas que hoy tienen un empleo a tiempo parcial, y menciona a las mujeres que se dedican a los cuidados.

«El Gobierno de España se comprometió a dignificar el trabajo de las trabajadoras domésticas a través de la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)», recuerda el líder de UGT, que denuncia que empleadas de hogar que no gozan de jornadas a tiempo completo no cuentan con los mismos derechos que otros trabajadores, como subsidio de desempleo, a la vez que no se les aplica la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y existe el desestimiento para despedirlas.

Su homólogo en CCOO, Jorge Ruano, considera necesario delimitar en qué sectores se está produciendo la contratación temporal, pero destaca que «siempre que hay cierta movilización en temas de contratación, hay cierta tendencia a pervertirlos», al igual que sucedió con el de obra y  servicio, pensado en un primer momento para construcción, que se extendió después a todos los sectores. Al respecto, también avisa de que, ante el hecho de que todos los contratos sean indefinidos, «puede ser que haya sectores que estén apostando por una jornada parcial para plantear después su aumento manera irregular y sin cotizaciones», algo que ya ha sucedido.  «Tenemos que estudiar su evolución para evitar  que se cronifique», plantea el secretario general de Comisiones.

Desde la FER, su presidente, Jaime García-Calzada argumenta que en los tres primeros meses del año se produjeron muchos contratos temporales, debido al régimen transitorio  y la reconducción de esta tipología a fijos discontinuos, «que lleva a un cierto aumento de la contratación fija» que señala que aunque se llame indefinida a tiempo completo, «es a tiempo parcial a efectos prácticos».

Reitera la reflexión que ha mantenido desde la aprobación de la nueva legislación laboral, la importancia de los contratos temporales, que «son muy necesarios atendiendo a la tipología de la actividad y siempre que se establezcan las causas para que concurran».

Fijos-discontinuos. El otro efecto relevante de la reforma laboral es la creciente utilización del contrato estrella de la ministra Yolanda Díaz, el fijo discontinuo, de los que en enero se firmaron 154; fueron 208 en febrero; 655 en marzo y 1.453  de los 5.874 contratos indefinidos suscritos en abril, una cifra que se disparó con la celebración de la Semana Santa. De esta manera, en La Rioja, al igual que en España, el mes pasado el 60% de la contratación indefinida se alcanzó gracias a la suma de fijos-discontinuos  y a tiempo parcial.

La abrumadora aplicación de esta modalidad ha alertado a los responsables de Trabajo, cuya inspección comienza esta semana a investigar posibles fraudes en los contratos discontinuos, de los que se han firmado este año en La Rioja hasta abril 2.470. 

¿En qué consisten?  Son contratos de carácter indefinido y se utilizan para trabajos estacionales, principalmente turismo, logística o campañas agrícolas, aunque la vinculación laboral no se rompe. Los trabajadores tiene derecho a subsidio de desempleo y a antigüedad. 

«Ni ha acabado con la temporalidad ni con la precariedad, las ha agravado. La fórmula de su contrarreforma laboral consiste en un cambio de nombre», espetó el miércoles en el Congreso la diputada del PP Carmen Navarro a la ministra de Trabajo, a la que avisó de que  en septiembre «o a más tardar en octubre, cuando los fijos-discontinuos se vayan a su casa, serán parados».

 La eliminación del contrato de obra y servicio y la limitación de los contratos de duración determinada han dado especial importancia a este tipo de vinculación laboral, que se erige en una de las modalidades de contratación con mayor proyección junto con la contratación indefinida ordinaria, explica la Federación de Empresarios, cuyo presidente, Jaime García-Calzada, comparte la opinión de la diputada popular.

 Constata que se está produciendo un aumento de la utilización de los contratos fijos discontinuos, lo que conlleva una contratación «estable, pero no duradera», ya que, destaca «son contratos que se pueden definir incluso como indefinidos a tiempo parcial, pues tienen sus periodos de suspensión y de actividad, porque se activan cuando se inicia el llamamiento o la causa por la que se contrata.

Apunta que el nuevo régimen de contratación laboral lo que hace precisamente es incentivar el uso del fijo discontinuo como solución o respuesta a los contratos temporales, «pero realmente es un cambio de tipología y no tanto una contratación indefinida a tiempo completo que es lo que se está vendiendo por parte del Gobierno».