"Actuamos muy rápido y sin que nos viera para que no saltara"

Carmen Sánchez
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Los policías nacionales Rubén Fernández y Eduardo Cenzano salvan la vida de un joven de 23 años que pretendía precipitarse al río Ebro desde el cuarto puente de Logroño

Rubén Fernández y Eduardo Cenzano. - Foto: Óscar Solorzano

La rápida intervención de dos agentes de la Policía Nacional el pasado lunes permitió salvar la vida a un joven de 23 años que estaba a punto de precipitarse al río Ebro desde el cuarto puente de Logroño. Poco o nada hacía presagiar a estos policías que la primera llamada a la que tenían que acudir en el turno en el que debutaban juntos les iba a deparar un suceso similar.

Los agentes fueron comisionados cinco minutos antes de que el reloj marcara las cuatro de la tarde del lunes al Puente Práxedes Mateo Sagasta. Cuando acudieron al lugar se encontraron una situación que les obligó a intervenir rápidamente y alertar al resto de indicativos y a los servicios sanitarios para evitar que el suceso acabara en tragedia. 

En el extremo del puente había una familia que les comunicó que no se atrevía a pasar ante el temor que les provocaba una persona que se encontraba en la mitad de la plataforma. En ese momento se percataron de que se trataba de un joven que estaba al otro lado de la valla con la intención de arrojarse al río Ebro. «Vimos que ya estaba completamente descolgado del puente», recuerda Rubén Fernández, quien, junto a su compañero,Eduardo Cenzano, decidieron actuar de forma coordinada para evitar ser vistos por el chico. «Nuestro principal temor era que nos viera y decidiera saltar. Estaba muy enfocado con la vista al frente y no se percató de que nos encontrábamos allí», relata. 

Los dos agentes aprovecharon la ocasión para acercarse a él con cautela pero con decisión. Una vez que se encontraban tras el chico, Rubén relata que consiguió agarrarlo fuertemente por el tronco para impedir que cayera al río. En ese momento, su compañero le ayudó para sacarlo de la zona de peligro y ponerlo a salvo al otro lado de la valla. 

Los agentes trasladaron al chaval a una zona segura, para evitar que se pudiera repetir la escena, ya que no se encontraba bien, estaba bastante desorientado y les había indicado que había consumido medicamentos. Cuando consiguieron tranquilizarlo, el chico mostró una actitud colaboradora y accedió a ser trasladado en ambulancia al Hospital San Pedro.

Estos dos policías también se pusieron en contacto con los familiares de este joven para tranquilizarles e informarles dónde se encontraba, ya que habían estado intentando contactar por teléfono con él esa tarde en repetidas ocasiones y estaban muy preocupados. 

Rubén  juró el cargo hace un lustro y antes de recalar en la Jefatura Superior de Policía de La Rioja había estado destinado en Miranda de Ebro, después de hacer las prácticas en Logroño. Es la primera intervención de este tipo a la que se ha tenido que enfrentar en su carrera, que ha resuelto con su compañero de forma exitosa y que recordará, no solo por la actuación en sí misma, sino porque fue el primer servicio que hizo con su compañero y amigo,Eduardo Cenzano. «Ese lunes empezaba en un nuevo turno con un nuevo compañero, que es mi amigo y a quien conocí durante las prácticas. Fue la primera intervención que hicimos juntos; fue un poco intenso», rememora.