El padre de Carolina pensó que la niña estaba en Venezuela

Efe
-

Un guardia civil del puesto de Haro declarado en el juicio que el padre de la niña asesinada en un hotel de Logroño en 2020 dijo, al denunciar su desaparición, que tenía miedo de que la hubieran llevado al país de origen de la familia materna

La acusada, sentada y de espaldas, durante una de las sesiones del juicio. - Foto: Ingrid

Un agente de la Guardia Civil del puesto de Haro ha declarado este jueves en el juicio que el padre de la niña asesinada en un hotel de Logroño en 2020, dijo que tenía miedo, cuando denunció su desaparición, dijo que se la hubieran llevado a Venezuela, el país de origen de la familia materna.

La Audiencia Provincial de Logroño ha celebrado la cuarta sesión del juicio que se desarrolla con un tribunal popular, que en esta sesión ha contado con las declaraciones de cuatro guardias civiles destinados en el puesto de Haro cuando sucedieron los hechos y la médico de Atención Primaria que atendía a la acusada.

El fiscal, la acusación particular ejercida por el padre de la menor y la acusación popular de la asociación Clara Campoamor piden prisión permanente revisable a la madre como presunta autora de un delito de asesinato; mientas que la defensa sostiene que la autora de la muerte de la niña -Carolina, de 5 años- fue la abuela materna, antes de suicidarse en el río Ebro.

En su declaración, este agente también atendió a los hermanos de la acusada del asesinato -la madre de la menor- el 26 de enero de 2020 por la mañana, cuando acudieron al cuartel para informar de la desaparición de su madre, hermana y sobrina.

Ha añadido que les preguntó si en la casa que compartían su madre y su hermana faltaba documentación, dinero, ropa o si habían detectado señales de violencia o rastros de sangre.

"Ellos dijeron que habían verificado que en la casa no faltaba nada y estaba todo en orden. No habían discutido entre ellos, ni había pasado nada extraño. Todo era idílico", ha agregado el guardia civil.

Sin embargo, no podían contactar con la acusada ni con su madre por teléfono, por lo que, sobre las 20 horas, regresaron al cuartel porque estaban "preocupados", ya que su hermana tenía que devolver a la niña a su padre una vez finalizado el fin de semana porque él tenía la custodia.

Al poco, llegó el padre de Carolina, quien no quiso hablar con sus excuñados porque le dijo al guardia que se llevaban "fatal", dado que habían tenido problemas antes y detalló que otras veces la madre ya le había entregado a la niña más tarde de la hora acordada, por lo que puso una denuncia por incumplimiento de medidas familiares.

El padre manifestó al agente que "no se fiaba" de la familia materna de Carolina, de origen venezolano, y reconoció que tenía miedo de que pudieran habérsela llevado a su país, por lo que el guardia civil contactó con la Policía Nacional para comprobar que la niña no había salido de España y tranquilizar así a su progenitor.

Después, le recomendó que se fuera a casa y si el lunes por la mañana la niña no había acudido al colegio, le pidió que volviera al cuartel para presentar una denuncia por sustracción de menor.

También hizo gestiones esa noche con la Ertzaintza, la Policía Local de Haro y otros cuerpos policiales para comprobar que no les había pasado nada.

El sargente del puesto de la Guardia Civil de Haro ha relatado en la juicio que, el lunes 27 de enero por la mañana, cuando se incorporó a su trabajo, le informaron de que el hermano de la acusada había encontrado en un armario de su casa tres cartas "de despedida" dirigidas a diferentes familiares, que este guardia interpretó como escritos de "suicidio".

Entonces, le pidieron al hermano que llevase al cuartel los manuscritos y también los dos teléfonos de su madre y hermana, ha explicado, y cuando se conoció esa mañana la aparición del cadáver de Carolina en un hotel de Logroño, desde el puesto de Haro se avisó a la Policía Nacional, que envió a dos agentes.

El juicio, que se prevé que se prolongue hasta el próximo 17 de febrero, continuará mañana con la declaración siete agentes de la Policía Nacional que intervinieron en la investigación.