La eliminación de plazas de aparcamiento encarece el alquiler

Ana Torrecillas
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La poca oferta de plazas privadas y la alta demanda provocan un agujero en la economía familiar: alquilar en el centro de Logroño cuesta hasta 1.650 euros al año

Un vehículo abandona su plaza de aparcamiento en un garaje de la ciudad - Foto: Óscar Solorzano

Ernesto vive en el centro de Logroño  y utiliza el coche todos los días para ir a trabajar. Una vez terminada su jornada laboral y de regreso a casa, empiezan los problemas: ¿dónde aparcar el coche? Las pocas plazas públicas y gratuitas  del centro de la ciudad están más que solicitadas. Incluso se montan 'turnos de espera' en el aparcamiento en superficie libre y gratuito de la zona de la Plaza Invierno, donde los conductores dejan el coche en doble fila a la 'caza' del primer hueco que quede libre. Pueden pasar hasta media hora esperando.  Si quieren evitar buscar un aparcamiento libre, los vecinos de la zona centro de Logroño pueden optar a comprar o alquilar una plaza de garaje. Aunque esto se haya tornado casi misión imposible. Hay poca oferta y la que hay, implica los precios más caros de la ciudad. Hasta 1.650 euros al año se paga por hacerse con una plaza en alquiler en zonas como calle Chile, Lardero o Gran Vía implica pagar unos 100 euros más IVA.
«El problema es que hay poca oferta y mucha demanda», apunta Óscar Martínez, presidente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios y director del Grupo Inmobiliario Iregua, «la remodelación de las zonas de aparcamiento de los últimos años, especialmente en el centro, con la eliminación de las plazas libres y el aumento de la zona azul y verde, complica poder aparcar en esa zona. Así que las pocas plazas de parking que están muy cotizadas y son más caras».

Martínez explica las plazas de aparcamiento se han encarecido sobre un 5 o un 10%, algo que no representan una subida muy importante. «Lo que ha ocurrido que las plazas caras tampoco han experimentado una aumento de precios pero las que eran más o menos asequibles sí que han encarecido ante el aumento de la demanda», afirma. Y es que la mayoría de la plazas de aparcamiento de esta zona oscilan entre los 80 o los 100 euros al mes más IVA; algunas se elevan hasta los 120 euros, lo que supone un agujero en la economía familiar importante. Tampoco es barato alquilar en otras zonas de Logroño. Por ejemplo, en la zona de la San Adrián y Siete Infantes hacerse con una plaza de garaje suele costar entre los 80 y 60 euros al mes; mientras que en el barrio de Cascajos o la zona de la Universidad, el precio del alquiler es algo más económico: unos 65 euros al mes. Son la zonas de extrarradio, el barrio de La Cava y el Campillo así como el barrio de Varea con los alquileres más baratos ya que oscilan entre los 40 y los 60 euros al mes. «Cuando los clientes buscan alquilar una vivienda sí que se plantean optar un inmueble que ofrezca la posibilidad de tener una plaza de aparcamiento», apunta Martínez, «lo que ocurre es que el mercado de la vivienda en alquiler está tan tensionado que, cuando un cliente encuentra un piso ajustado a sus necesidades y también en precio, la plaza de garaje pasa a ser algo secundario». Y esto, según Martínez, pasa en todas las ciudades. «El futuro más inmediato es moverse en transporte público, utilizar el coche solo para salidas fuera de la ciudad y dejarlo aparcado entre semana».

Preocupación en San Antón. «Aquí aparcamos si podemos», sentencia la presidenta de la Asociación de Vecinos de la Zona Centro de la ciudad, Inés Lerena. Los vecinos de esta zona de la ciudad se enfrentan a otra nueva remodelación urbanística que puede complicarles, aún más, la posibilidad de aparcar en centro: la reurbanización de la calle San Antón. «Hace unos días tuvimos una reunión con el alcalde de Logroño y no salimos muy contentos», informa, «entonces, pedimos al alcalde que no nos quitara los aparcamientos en superficie de la calle porque son muy necesarios tanto para los comerciantes como para los vecinos y la zona azul funciona muy bien». Pero no obtuvieron una respuesta satisfactoria. «Nos preocupa dónde vamos a aparcar por la noche», recuerda, «muchos de nosotros vivimos en el centro y con esta reordenación no tenemos más opción que alquilar una plaza de garaje. Y eso que los parkings públicos de Gran Vía tienen precios muy elevados». El que más o el que menos, como dice Lerena, tiene una plaza en alquiler pero el problema viene cuando se tiene más de un vehículo. «Cuando vienen a visitarnos amigos o familiares tienen que irse a aparcar hasta Cascajos», recuerda, «al final, el problema de aparcamiento es tal que se plantean no venir a vernos».