La salida de Eduardo Docampo fue el primer movimiento de un Calahorra que, una semana después, ha visto como su portería se ha quedado desguarnecida. Julio Iricíbar ha sido el segundo en abandonar el barco.
El meta vallisoletano, fichado en el mercado estival, ha puesto fin a su relación con el conjunto riojano tras una temporada donde ha vuelto a ser clave bajo palos.
En un comunicado, Iricíbar afirma irse «tranquilo, satisfecho y feliz» de un club con el que ha conseguido los objetivos marcados. «Desde el primer momento que me puse los guantes», continúa, «lo he dado todo por este club».
El portero, uno de los destacados de la categoría, tuvo palabras de agradecimiento para la directiva, para sus compañeros y para una afición de la que siempre ha sentido «su calor». «Desde el primer momento hasta el último he sentido su apoyo incondicional hacia mi persona», finalizó.