El terremoto de Laura Borràs

SPC
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La representante de JxCat se ha convertido en la primera responsable del Parlament en ser suspendida del cargo después de serle abierto un juicio por un presunto delito de prevaricación

El terremoto de Laura Borràs - Foto: David Zorrakino Europa Press

La ya expresidenta del Parlament Laura Borràs puede «presumir» de tener un hecho único en su historial: ha sido la primera en ser suspendida del cargo después de que la Mesa le aplicase el artículo 25.4 del reglamento de la cámara, que prevé la suspensión de un diputado cuando se le abra juicio oral por corrupción. Está acusada de prevaricación y falsedad documental.

Nacida en Barcelona en 1970, gran parte de su trayectoria se centró en la enseñanza de la literatura, a la vez que presidió la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), y desde su entrada en política en 2017 asumió la conselleria de Cultura, siendo portavoz de Junts en el Congreso y candidata a las elecciones catalanas de 2021.

Licenciada en Filología Catalana en la Universitat de Barcelona (UB) en 1993, se doctoró cum laude en Filología Románica con la tesis Formes de la follia a l'Edat Mitjana. Estudi comparatiu de textos medievals i representacions iconogràfiques (Formas de la locura en la Edad Media. Estudio comparativo de textos medievales y representaciones iconográficas).

Ha sido profesora del departamento de Teoría de la Literatura y la Literatura Comparada de 1998 a 2013 en la UB, donde ejerció de directora académica del máster de Literatura en la Era Digital de 2012 a 2013; y en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) fue profesora de Estudios de Humanidades y Filología de 1999 a 2007, y de Lenguas y Culturas de 2007 a 2009. Por su vinculación al entorno académico, ha publicado numerosos estudios y textos divulgativos.

Consellera y Congreso

En 2013, Borràs fue propuesta por el entonces conseller de Cultura de la Generalitat Ferran Mascarell, que formaba parte del Govern de Artur Mas, como nueva directora de la ILC, en sustitución de Oriol Izquierdo. Cinco años más tarde dejó el cargo para entrar en política como diputada en el Parlament, y meses después un juzgado de Barcelona empezó a investigar la contratación de servicios informáticos para web de la entidad en la etapa en la que Borràs dirigía la institución.

En una entrevista, explicó que el conseller de Interior Miquel Buch le dijo que no estaba siendo investigada, lo que generó cierta polémica, por lo que posteriormente matizó que solo le comunicó que el caso estaba bajo secreto de sumario, que los Mossos actuaban como una policía judicial y que no tenía más información.

Borràs, que se ha definido en reiteradas ocasiones como hija del 1-O, se presentó a las elecciones catalanas del 21 de diciembre de 2017 como número cinco en la lista de Junts, estrenándose así como diputada en el Parlament, donde a partir de mayo de 2018 ejerció de consellera de Cultura en el Gobierno del entonces presidente Quim Torra.

Durante su etapa al frente de Cultura, estableció una buena relación con Torra y su carácter y actitud provocaron que rápidamente ganara peso en el partido, situándose como candidata de esta formación a las elecciones generales de noviembre de 2019, donde ejerció como portavoz en el Congreso.

Tras su paso por la Cámara Baja, se presentó en noviembre de 2020 a las primarias para liderar el cartel a las elecciones catalanas de febrero del año siguiente, un proceso en el que se impuso por más del 70 por ciento de los votos de los asociados.

Aunque durante la campaña reivindicó repetidamente que sería la primera presidenta de la Generalitat, JxCat quedó tercera en los comicios, detrás de PSC y ERC, y tras el acuerdo de Gobierno con los republicanos asumió el cargo de cabeza visible del Parlament de Cataluña.

La tercera

Borràs ha sido la tercera mujer en ponerse al frente de la Cámara en su historia (tras Núria de Gispert y Carme Forcadell) y la décima en ostentar este cargo. Su gestión no estuvo exenta de polémicas por la retirada del escaño a Pau Juvillà, la revocación de las licencias de edad y el voto delegado del exconseller y diputado de Junts Lluís Puig, que reside en Bélgica.

Durante su etapa, la investigación que estaba en curso desde 2018 por el presunto fraccionamiento de contratos para favorecer a personas de su entorno durante su mandato en la ILC, culminó a mediados de julio de 2022, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) le comunicó la apertura de juicio oral.

Aunque siempre defendió su inocencia y que la suya es una causa de «persecución política», el PSC-Units, ERC y la CUP votaron a favor de suspenderla en virtud del reglamento de la Cámara, motivo por el que perdió sus derechos y deberes como presidenta.

Frenazo brusco para una política que entró en el partido como independiente y que, tras ser reclutada poco después del 1-O por el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, protagonizó desde entonces una carrera meteórica gracias al apoyo que siempre ha tenido entre las bases y también a saberse rodear de fieles a su persona.