El Monasterio de Vico invita a vivir como una monja en 7 días

Bárbara Moreno
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Las 13 hermanas Cistercienses acogen a mujeres durante una semana en su comunidad para dormir, orar, cocinar, trabajar, limpiar, o hacer pastas como ellas. La intención es darse a conocer al mundo. No es necesario que la invitada sea creyente

Iglesia del Monasterio de Vico con Carmen en una grabación de 7 La Rioja. - Foto: Bárbara Moreno

Un anuncio en Facebook en pleno siglo XXI sobre un ofrecimiento más propio de hace décadas sorprende: 'Las monjas del Monasterio Cisterciense Nuestra Señora de Vico ofrecen la posibilidad de vivir una semana con las monjas y como las monjas. Un monasterio para siete días'. Y así es. Un monasterio que rebosa paz en las faldas del monte Isasa y sobre el río Cidacos invita a vivir como ellas, y es la hermana Carmen, en ausencia de la abadesa Isabel, la que abre las puertas de su casa para explicar por qué se les ha ocurrido esta idea.

Carmen es la cara más visible de este templo, la que coge el teléfono, la que suele estar en la tienda, la que decora las preciosas vajillas, y es quizás la más avezada a hablar con los laicos. Porque, aunque esta congregación vive el carisma Cisterciense, en un marco de vida de soledad y silencio, de oración personal y comunitaria, «procuramos estar silencio, pero no se puede siempre», reconoce Carmen sonriente.

Así que se les ha ocurrido la idea de 'Monasterio para 7 días'. Un programa gratuito, con el que invitan a mujeres a que vivan una semana con ellas y como ellas. Son trece hermanas las que viven en la comunidad, con edades entre los 26 y los 87 años. Carmen tiene 82. Hay dos monjas de Tanzania, el resto son españolas. Y la invitada no tiene por qué ser postulanta ni por tanto tener ideas de hacerse religiosa, «eso igual se hacía hace muchos años en algunas familias en su intención de convencer a alguna a hacerse monja.La idea es otra», plantea Carmen con gracia a la vez que insiste en que «queremos que vean que somos personas normales». Eso sí, la persona que quiera hacer este programa tendrá que trabajar como ellas, «esto no son unas vacaciones. Quien quiera vacaciones puede venir a la hospedería», propone, (un servicio que también se ofrece en el Monasterio).

Por tanto, la mujer aprende a hacer de todo, duerme en celda como ellas, se levanta a las cinco de la mañana para acudir al rezo de las cinco y media, hace los otros seis rezos del día, y trabaja en lo que le toque: jardín, limpieza, cocina,  hospedería, en cocinar pastas o en tienda. Ya han pasado varias mujeres por esta experiencia. «Ahora mismo recuerdo una voluntaria de una ONG, o la última que era una chica de 21 años de un pueblo y le encantó, nos dijo que le gustó mucho la experiencia». 

Visitas guiadas.  

La hermana Carmen es la que suele hacer las visitas guiadas a los turistas que se sorprenden de lo que encuentran en el interior de este monasterio que tuvo y tiene su historia. En la Iglesia se mezcla lo antiguo y lo moderno. Se rehabilitó en el 2017 con una bóveda acristalada. Se mezcla así el siglo XXI, con el gótico del siglo XV o el barroco del XVII y XVIII. Y en el interior hay unas catacumbas que se han abierto al público tras su restauración hace solo 5 años. Hace 44 años que la comunidad Cisterciense llegó al Monasterio de Vico, el inmueble estaba casi en ruinas. En España hay hoy 9 monasterios de monjas de esta comunidad y 10 de monjes. «A la hospedería viene gente a descansar, a desconectar, a relajarse, también personas con problemas, que hay muchos, porque en este entorno, que es una maravilla, hay energías positivas», garantiza Carmen.

Las visitas se pueden hacer de 10 a 12.30 de la mañana y de 4 a 5.30 de la tarde.  Y durante domingos y festivos de 4 a 5.30 de la tarde. En ese horario la tienda suele estar abierta. Hay pastas y chocolates elaborados por las hermanas, así como cremas naturales que también hacen ellas con plantas del huerto que cultivan. Y venden vajilla de todo tipo que decoran también con dibujos infantiles para regalos y con inscripciones y nombres personalizados.