Natxo González apuesta por el ascenso

El Día
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El preparador vitoriano recuerda que la situación de la UDL no es tan mala al tiempo que recuerda que jugar en casa "no puede ser un problema"

Natxo González. - Foto: Óscar Solorzano

La etapa Natxo González comenzó ayer a las diez de la mañana y lo hizo en el Mundial, en una mañana desapacible. El técnico vitoriano, acompañado por Jaume Delgado, ex futbolista del Logroñés, conocieron de primera mano a la plantilla blanquirroja antes de dirigir sobre la hierba artificial la primera sesión de trabajo. Poco antes de que llegara el alavés, ese mismo camino recorrieron Albert Aguilà y Dani Cueto. El técnico ilerdense y el preparador físico logroñés se despidieron de sus jugadores, de Sergio Rodríguez, Dupi y Eduardo Valdovinos antes de decir adiós al Mundial. 

La puerta que cerraron la abre ahora un Natxo González que este domingo debutará en el banquillo blanquirrojo. Tiene tres días por delante para dejar su huella aunque el Amorebieta, su rival en Las Gaunas, no se lo pondrá sencillo.

Tiene contrato hasta junio de 2024 y es consciente de que el «camino», que es en lo que quiere centrarse, «va a ser difícil, pero lo importante es levantarse y seguir». Está convencido que, por muchas razones, «este es mi sitio».

La primera toma de contacto con una plantilla herida fue satisfactoria:«Los jugadores han estado con los ojos muy abiertos, expectantes a lo que se iban a encontrar en frente». Está convencido de que sus jugadores están preparados «para retos interesantes».

El preparador vasco, con tres décadas de experiencia en los banquillos, asumió que su llegada a Logroño fue sencilla, consciente de que la UDL se ha ganado un nombre.

Natxo González no ocultó su ambición. Tras ascender a Segunda en dos ocasiones con Alavés y Reus («nunca es fácil», agregó), aseguró que el objetivo para el que llega es subir de categoría. «Vengo aquí para ascender, no para ser octavos». «También os digo», acotó, «que es el último día que me vais a oír hablar de ascenso». «Se puede conseguir a finales de mayo o a finales de junio, pero queda mucho y vamos a centrarnos en el camino, que va a ser difícil, con muchas piedras y muchos obstáculos», reiteró. 

Aunque la desazón invade al seguidor blanquirrojo, el técnico lanzó un mensaje optismita. Su objetivo es desterrar el pesimismo que invade al equipo y abogar porque regrese la comunión con los aficionados, a los que necesita del lado del equipo. «No es una situación dramática, ya que queda un mundo por delante y no se está lejos de las primeras posiciones», informó. «Solo se han disputado doce jornadas en una categoría muy igualada, en la que la diferencia de puntos entre la zona alta y la baja es muy poca», apostilló.

De cara a la visita del Amore y consciente de los problemas domésticos evidenciados en sus seis comparecencias en el Municipal (victoria conel Sabadell, empate con el Calahorra y derrotas con Bilbao Athletic, SDL y Cornellà, una situación«curiosa» en su opinión) apostó por invertir la dinámica. «Vamos a ver si el domingo podemos enchufar a los aficionados para que vengan con esas reservas de energía y motivación», incidió. «Jugar en casa no puede ser un problema», completó.

Ni los resultados ni el patrón de juego acompañaron a Aguilà. Los seguidores riojanos estaban contrariados por los marcadores adversos mas también por la falta de identidad de un equipo irreconocible. Preguntado por el estilo, recordó que el tiene «una idea de juego» aunque otra cosa es «el contexto» que no siempre permite expresar esta voluntad estilística.

En cualquier caso quiere «tener el balón lo más posible», sabedor de que no siempre «un equipo va a tenerlo un 80%y el otro un 20%». Tiene claro que se trata de ser «flexible»  porque «el mejor equipo es el que domina diferentes registros». Eso sí, si el partido te obliga a recular, «tocará defender como puñeteros».

Natxo González se manejó a la perfección en la sala de prensa.Toca esperar al domingo para ver si las palabras se traducen en hechos. Hay tiempo, pero tampoco mucho.