La ruta termal hace aguas

Bárbara Moreno
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El balneario de Arnedillo tiene previsto abrir el próximo 18 de marzo si hay reservas, mientras que el de Grávalos sigue en litigios con el Ayuntamiento, y el de Cervera del Río Alhama ha pedido al Ayuntamiento más plazo para inaugurarlo

La ruta termal hace aguas


La Rioja pudo ofrecer en su tiempo una ruta termal que nunca llegó. Esta hubiera estado compuesta por un triángulo no equilátero pero sí formado por tres vértices saludables que presumían de ser una de las fortalezas turísticas de La Rioja Baja. 2020 comenzó con el balneario de Arnedillo en buen funcionamiento desde hace años, el de Grávalos a punto de comenzar su actividad, y el de Cervera del Río Alhama a punto de inaugurarse en la pasada primavera. Pero, la pandemia trastocó todo. Y parece que no hay visos de que en un futuro próximo pueda hacerse realidad esa demandada ruta termal en rescate de estas zonas rurales de Rioja Baja. 
A día de hoy los tres balnearios están cerrados, cada uno por unos motivos diferentes que en realidad podrían tener o no justificación en la pandemia epidemiológica.


Si bien, la dirección del balneario de Arnedillo ya ha puesto cartas en el asunto para abrir cuanto antes este negocio que no solo es el hotel que más habitaciones ofrece de toda La Rioja, 132, sino el que más empleados acoge, un total de 85. Su director, José Miguel Guzmán, explica a El Día de La Rioja que el balneario lleva cerrado desde el 23 de octubre, y que volverán a abrir, si hay reservas suficientes, el próximo 18 de marzo. Eso sí, sus directrices van a estar más encaminadas a la comercialización en La Rioja en busca de riojanos. «Vamos a ir a por el cliente deLa Rioja, porque muchas veces, en casa del herrero, cuchara de palo». Y harán paquetes especiales con ofertas.


En el primer confinamiento el balneario cerró como toda España. Cuando se empezaron a abrir las fronteras el 26 de junio se abrió y «no puedo decir que trabajamos como años anteriores, pero sí muy bien, también es verdad que se pusieron muchas medidas higiénicas anticovid, pero las del balneario que ya teníamos eran muy estrictas. Solo fue cambiar el producto. Porque nosotros por ejemplo ya desinfectábamos las cabinas de cambio después del uso de cada cliente». «Es un sitio muy grande en el que todas las restricciones se pueden llevar muy bien.  Hay por ejemplo dos comedores, tres piscinas. En verano no tuvimos ningún caso ni de clientes ni de trabajadores».


El 23 de octubre se cerró perimetralmente La Rioja, a los hoteles no se les obligó a cerrar, pero las reservas empezaron a caer. «Nos planteamos abrir en el puente de diciembre, pero fue imposible. Y ya para navidades, había muchas reservas, siempre hemos tenido mucha demanda en esa época, pero fue imposible abrir. Pero ahora ya tenemos que abrir si o si». 
Por otro lado, además del cliente riojano van a ponderar la venta  del balneario y sus aguas termales como tratamiento terapéutico. «Tenemos nuestra consulta médica dada de alta como centro sanitario y muchos clientes de otras comunidades por ejemplo con problemas de artrosis, artitris o reuma pueden ir a sus propios médicos a pedir que puedan acceder a un tratamiento termal. Aquí obligatoriamente tienen que pasar una consulta médica». 

 

80 personas en ERTE

Desde este balneario de Arnedillo aún no calculan las pérdidas de 2020. Solo estuvieron abiertos del 26 junio al 23 octubre. Y todas las bodas que tenían reservadas para los fines de semana de verano fueron canceladas. Y de los 85 empleados, 80 están hoy en ERTE.
También se canceló todo lo que tiene que ver con Imserso. Y cierto es que este balneario no depende tanto de este programa como otros cuya clientela es de más del 80%. «Nuestra ocupación de Imserso supone como mucho el 30% no es nuestro cliente principal». 
La localidad de Arnedillo, con 350 habitantes, también se resiente del cierre de este negocio, el que aporta no solo 85 empleos, sino también 250 clientes diarios en temporada alta. La mayor parte de su clientela es de País Vasco y Madrid. Y alrededor de un 15% de La Rioja, un porcentaje por el que se van a esmerar más que nunca para que crezca en este año. 

 

Grávalos de litigios.

El Balneario de Grávalos, recientemente restaurado, cerró en diciembre de 2019 como cada año con la intención de abrir en marzo de 2020 pero llegó la pandemia, y entre tanto, otros muchos problemas que nada tienen que ver con el virus. El establecimiento es de titularidad del Ayuntamiento y lo tiene en concesión la empresa Tres Mares. Según ha explicado a El Día de La Rioja el alcalde de la localidad, Emiliano Muñoz, de momento ni está abierto ni hay planes de apertura, ya no solo porque no hay Imserso y que este balneario dependía mucho de este programa, sino porque están en pleitos con la empresa concesionaria porque les deben cuotas. Así que aún pasará tiempo para que los tribunales decidan y se resuelva o no su apertura. «De momento no hay solución ni a corto ni a largo plazo», plantea el alcalde. Pero lo que tiene claro es que este negocio daba mucha vida al pueblo con la clientela, y con el empleo que deja en la zona y que había llevado a personas a vivir en la localidad.

 

Inauguración fallida.

Fue justo antes de la pandemia, el mismo 17 de enero de 2020, cuando el Ayuntamiento de Cervera del Río Alhama entregó la llaves del balneario de la La Abotea a la empresa concesionaria Relais Termal, incluso el propio director de la compañía se desplazó a esta cabecera de comarca riojabajeña para recibir esas llaves y asegurar que en primavera se iba a inaugurar el balneario después de años y años de remodelación y demoras. Si estaba incluido hasta en el programa de Imserso para 2020. Pero llegó la pandemia para recrear otro capítulo más de esta historia tan larga de espera de este balneario de aguas mineromedicinales. 
La alcaldesa de Cervera, Estrella Santana, explica a El Día de La Rioja que la intención es abrir pero todo depende de la evolución de la pandemia. Lo cierto es que desde que se hicieron entrega de las llaves, según el pliego de condiciones de la concesión, la empresa tenía seis meses para abrir. Pero se aplazó  más tiempo y ahora en marzo concluye ese plazo por lo que la empresa ha vuelto a solicitar una ampliación del plazo por motivos epidemiológicos y de restricciones, y en el siguiente pleno del Ayuntamiento, según explica la alcaldesa, se va a aprobar otra demora en el plazo de apertura de 6 meses. «Está todo preparado, y el personal iba a ser en un principio de arranque de empleados con experiencia del mismo grupo, pero ahora no hay más que incertidumbre», lamenta la alcaldesa.