Conmoción en Nalda por la investigación de un "vecino formal"

R. Muro
-

La Guardia Civil traslada de Madrid varias unidades para un exhaustivo registro, con perros, de una lonja y una finca propiedad de un hombre de unos 60 años. El caso permanece bajo secreto de sumario

Un furgón de la Guardia Civil sale de la lonja registrada en el 13 bis de la calle Carrera de Nalda - Foto: Óscar Solorzano

Conmoción y escepticismo en Nalda. No tanto por el amplio despliegue que la Guardia Civil desarrolló desde primeras horas de la mañana de ayer, sino más bien por el vecino del municipio al que fue a buscar el instituto armado. Un hombre próximo a los 60 años, jubilado  tras un grave accidente en la empresa eléctrica en la que trabajaba y que residía en el 13 bis de la calle Carrera de Nalda donde cuida de sus padres, ya mayores. «Un hombre formal, integrado perfectamente en el pueblo y que se desvive» por sus progenitores, lamentaba ayer una vecina de la localidad riojana. 

Pasadas las siete de la mañana,  nueve vehículos de diferentes unidades de la Guardia Civil trasladadas desde Madrid, entre ellas el servicio cinológico especializado en perros de rastreo, y el apoyo de agentes destinados en La Rioja, accedían a Nalda y cortaban la calle Carrera. El dispositivo se centró en una de las lonjas ubicada a la altura del 13 bis y en el primer piso de la vivienda. 

Nadie en el municipio riojano daba crédito a que el operativo se centrara en el domicilio de una familia querida en el pueblo, y en concreto, en una persona que nunca había escenificado problema alguno. Más bien todo lo contrario.

Pasadas las 14 horas, un furgón de la Guardia Civil accedía a la lonja para minutos después salir en dirección a una finca, propiedad de la misma familia y situada en la carretera de acceso a la localidad riojana, a unos cien metros de la cooperativa. 

Con ayuda de un perro especializado, los agentes registraron el terreno en el que además de un pequeño invernadero, el titular de la finca disponía de gallinas y perdices. Uno de los agentes inmersos en el operativo trasladó una caja con abundante documentación desde la finca hasta uno de los vehículos de la Benemérita.

Alrededor de una hora después, hacia las 15 horas, la Guardia Civil abandonaba el lugar tras un exhaustivo registro, con el vecino de Nalda en el interior de uno de los vehículos aunque sin esposar. El importante operativo desarrollado ayer por la Guardia Civil  se encuentra bajo secreto de sumario, tal y como informó el propio Instituto Armado, y no trascendieron ni la naturaleza de los hechos que originaron el despliegue policial, ni si se llegó a producir alguna detención.

Nadie en el municipio era capaz de hallar una explicación a lo que estaba sucediendo. «Es cazador y amante de la armas», señalaba alguno de los vecinos sin ir más allá en sus observaciones. 

Sin especulaciones. De hecho, los vecinos no se atrevían a especular sobre los motivos de semejante despliegue policial aunque sí auguraban que «tiene que ser algo gordo» a juzgar por el número de agentes y vehículos de la Guardia Civil trasladados desde Madrid a la localidad del bajo Iregua.

Lo único que fue trasladado al Ayuntamiento de Nalda es que los hechos no conllevaban peligro alguno para los ciudadanos.