«Nunca antes habíamos visto tal falta de medios»

R. Muro
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El Ayuntamiento emitió el viernes un demoledor informe para negar la ampliación de plazo y presupuesto de Cotodisa. «No se puede ir tan a saco», señala el documento sobre unos trabajos cerca de líneas de alta tensión

Las obras del paseo de las Cien Tiendas llevan paralizadas desde navidades. - Foto: Ingrid

Ni amplía el plazo solicitado por la constructora adjudicataria de las obras del paseo de las Cien Tiendas, ni se modificará el proyecto que reclamaba Cotodisa Obras y Servicios. El Ayuntamiento de Logroño se arma de motivos para desestimar ambas pretensiones y lo hace mediante un informe demoledor, redactado con el tono oficial que requieren las comunicaciones propias de una administración local, pero también con contundencia y dureza. Toda la responsabilidad de la situación actual recae, según el escrito municipal, en la firma madrileña. 

En relación a la ampliación de los plazos, Cotodisa argumentó problemas como la guerra de Ucrania, un incendio en los almacenes del proveedor de materiales e incluso de las obras en una zona de gran actividad comercial e incluso la celebración de San Mateo. Sin embargo, el Consistorio logroñés considera que «el principal motivo de los retrasos es la falta de medios para la ejecución de la obra tanto en maquinaria como en mano de obra especializada». Es más, a modo casi aleccionador, el informe, armado en base a las demandas expuestas por Cotodisa, señala que «en ningún caso anterior hemos observado tal falta de medios personales, materiales y de maquinaria adscritos a un contrato de obras». 

En otro párrafo de las nueve páginas de las que consta el informe municipal, queda expuesto, también con cierto tono didáctico, que «no se puede ir tan a saco» en relación a unos trabajos que Cotodisa realizaba en las proximidades de  unas líneas de alta y baja tensión.

En cualquier caso, los técnicos municipales cuantifican en un 40% los trabajos realizados hasta ahora, con lo que una ampliación de plazos de 4 meses (solicitada por Cotodisa), «con los medios aportados hasta este momento, no serían capaces de finalizar las obras en 10 meses». Es más, el propio informe admite que en los meses de noviembre y diciembre, y con el objetivo de llegar a los objetivos marcados con vecinos y comerciantes, «hubo un mayor rendimiento y avance de obra pero con una falta total de coordinación y una menor calidad en la ejecución».

Modificado. El documento municipal responde, por otro lado, que el plan de obra ya recogía las características de esta zona por lo que no ve motivos para dar salida a un modificado del proyecto.. Cotodisa alegó en su día que la actividad comercial e incluso actos vandálicos, obligan a ralentizar la obra. Sin renunciar al tono aleccionador, los técnicos municipales entienden que a la adjudicataria «le pueda parecer tedioso este trabajo» pero no es más, justifican, que una «obra de reurbanización urbana».

En cuanto al desequilibrio presupuestario en algunos puntos del proyecto que reclamaba la constructora madrileña, los técnicos municipales dejan claro con absoluta contundencia que «no se trata de indefiniciones del proyecto, sino de una ejecución con falta de profesionalidad» con la que se han realizado determinados trabajos como la demolición y desescombro en el entorno de las arquetas del alumbrado público. Desperfectos originados, dice el informe, por esa falta de profesionalidad y que «se repararán por el contratista».          

 No admite tampoco el informe que el desequilibrio económico en precio de la pavimentación. Aspecto en el que Cotodisa tuvo que justificar una baja temeraria para posteriormente alegar un aumento de precio. También cuestiona el informe la falta de seguridad en algunos trabajos así como en los «sistemas de protección colectiva y señalización» durante el desarrollo de la actuación. En definitiva, la dirección de obra entiende que la adjudicataria «haya tenido la tentación» de recurrir a un modificado en caso de «perder o ganar menos dinero» pero «debe asumir los precios ofertados, gane o pierda con ello». Lo único probado, concluye, «es la falta de medios y equipos».