Explicar la guerra "desde la empatía con el débil"

Eduardo Palacios (Efe)
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Carlota Pérez, directora del Grado en Pedagogía de la Unir, ahonda en la importancia de explicar la invasión de Ucrania a escolares adaptándose a "su edad y madurez" e incidiendo en "la solidaridad de la sociedad o las redes de ayuda a refugiados"

Concentración en la Plaza del Mercado de Logroño en contra de la invasión rusa en Ucrania. - Foto: Óscar Solorzano

Tras cerca de un mes de conflicto en Ucrania, los niños de los países europeos se han visto sobre-expuestos a imágenes duras del conflicto, ante lo que es necesario tener estrategias para explicarles lo que sucede y buscar su empatía con los más débiles de la guerra, los menores refugiados.

Así lo ha explicado a EFE la directora del Grado en Pedagogía de la Universidad Internacional de La Rioja, Carlota Pérez Sancho, que ha incidido en la importancia de preparar a los más pequeños para asumir una situación como la del conflicto de Ucrania.

"No hay que olvidar que nuestros niños son las personas que tendrán responsabilidades en la sociedad dentro de unos años, con lo que los valores que desarrollen ahora son muy importantes, y son críos que en poco tiempo han pasado por situaciones inéditas, como una pandemia y, ahora una guerra cerca de su casa", detalla.

"Para hablar con los chavales hay que adaptarse a su edad y su madurez", explica la pedagoga, que recomienda "preguntar a los niños qué saben y que han oído" de la invasión en Ucrania y además "hay que estar preparados para sus preguntas" y "ser conscientes de que alguna no la vamos a poder responder".

Se trata, en definitiva, de "desenmarañar qué tienen en la cabeza sobre lo que están viendo" con el objetivo principal de "quitarles miedos infundados, que no piensen que eso que ven les va a pasar a ellos".

Además, "también existe el peligro de lo contrario, de que con tanta imagen los niños se insensibilicen" porque "sobre todo a los más pequeños les tranquiliza la lejanía" de la guerra "pero no queremos que sean inmunes, que crean que es un videojuego".

Es importante, explica Pérez Sancho, limitar la sobreexposición a imágenes "porque algunas son muy crudas" pero "sí que hay que buscar otras de cuestiones positivas relacionadas con el conflicto en Ucrania como la solidaridad de la sociedad o las redes de ayuda a los refugiados".

Todo ello para que los niños sepan "empatizar con el débil" que en este caso "son las familias ucranianas y muchos niños que son como ellos".

Además, "probablemente, muchos de nuestros niños tendrán contacto dentro de poco con otros de Ucrania, cuando refugiados lleguen a sus colegios" y "ese momento sí que va a ser el momento de comprobar si tenemos una verdadera educación inclusiva".

Otro de los aspectos a los que las familias y los educadores se enfrentan tras el inicio de la guerra es el saber canalizar con los menores el concepto de que "la maldad existe".

"Estos días, los niños, a su modo, están viendo más que en otros momentos que hay gente que hace daño a otras personas", detalla Pérez Sancho, que incide en que "al hablar con los niños hay que contraponer lo que ven con otros conceptos buenos, como el de la solidaridad, y encaminarles a eso".

Para esta pedagoga el conflicto en Ucrania también debe llevar a una reflexión sobre "cómo queremos que sea la sociedad del mañana" en la que "los niños de hoy van a ser los protagonistas".

"Estamos inmersos en un sistema enfocado a educar en la competencia y la lección de lo que sucede ahora es que quizás hay que educar más para la paz, fomentar la cooperación, el saber ceder y el resolver conflictos con palabra".