Prefiere presentarse como presidente de la Cofradía del Vino de Rioja en vez de utilizar el rimbombante título de Gran Maestre, que casa mal con su carácter campechano. Javier Gracia es algo así como un embajador itinerante de nuestro vino. Como rezan sus estatutos, la Cofradía del Vino de Rioja tiene como cometido exaltar la importante riqueza vitivinícola riojana. Y Javier Gracia lleva unos cuantos años en ello. 

Dejó el cargo tras diez años y volvió en 2018. ¿Gana con el paso de los años como el buen Rioja?
La gente se cree que esto es muy bonito, que es ir a tomarnos cuatro vinos...pero la Cofradía tiene un trabajo impresionante de promoción nacional e internacional. Me fui porque entendía que a los diez años o antes hay que dejar los cargos, pero los compañeros que entraron convocaron otras elecciones y no me quedó más remedio que retomarlo. Me queda este año y el que viene; habrá que buscar gente joven.

Bares, restaurantes y sociedades cerrados durante mucho tiempo...¿El coronavirus ha sido más dañino para el vino que la filoxera?
La filoxera fue terrible. Con el coronavirus, el problema es que en la hostelería, que ha estado un tiempo cerrada, es donde más vino se consume, y con todo esto me he dado cuenta de que los consumidores de vino apenas bebemos en casa. 

¿Se plantean hacer un Gran Capítulo por videoconferencia?
No. ¿Por videoconferencia?...yo podía estar bebiendo vino aquí, pero el del queso de Cantabria, por ejemplo, ¿cómo me pasa el queso? En los capítulos de lo que se trata es de convivir y de presentar cada uno su producto.

¿Quién merecería este año el cepazo como nuevo cofrade de mérito?
Cuando empezó el coronavirus lo hablamos y todo el mundo pensábamos en lo típico, los sanitarios. Qué duda cabe que han hecho un trabajo excepcional y han recibido muchos agradecimientos y sería abundar en ello, pero pienso que también es bueno salirnos un poco del coronavirus y retomar la normalidad. No hemos pensado aún en nadie.

Y en sentido contrario, ¿a quién le daría con la cepa en la cabeza?
A los políticos. Es indignante, son todos iguales y esto es un desastre; aquí no se pone nadie de acuerdo.

En el cuadro de honor de cofrades de mérito hay de todo, desde deportistas a políticos, pasando por periodistas, actores, escritores... ¿Algún gremio que se les escape?
Los cofrades de honor son entidades de mucha solera. Con los cofrades de mérito lo que premiamos es a personas que tienen una repercusión local o mejor aún, nacional, en relación con el vino de Rioja. Tenemos desde toreros a bailarines, a Javier Cámara, Carlos Latre, Seyla Gutiérrez, Félix Revuelta, Luis del Olmo...Quizás no tenemos ningún futbolista. Nosotros no vendemos vino, sino la cultura del vino de Rioja y la imagen de Rioja y de La Rioja.

En esa lista están también la presidenta del Gobierno de La Rioja y el alcalde de Logroño ¿Eso es tenerlo todo atado y bien atado?
Por costumbre en la historia de la Cofradía, desde el año 84, siempre hemos considerado que el alcalde de la ciudad debe ser Cofrade de Mérito. Como curiosidad, en estos años la única que no lo fue es Cuca Gamarra, pero es que ella es Cofrade de Número. 

Gran Maestre, Gran Capítulo, Junta de Altos Dignatarios...¿Tiene la Cofradía algo de logia masónica?
Creo que somos la segunda cofradía de España de las de este tipo y no sé por qué se adoptaron esos nombres rocambolescos de tipo medieval, pero todas las cofradías los copiaron. 

En la Junta de Altos Dignatarios hay nueve hombres y dos mujeres. ¿No les tachan de machistas?
Siempre hemos querido meter más mujeres y últimamente están entrando más. Pero el problema de la Junta actual es que más de la mitad estamos jubilados y la mayoría de las mujeres que han entrado a la Cofradía están trabajando y a esto hay que dedicarle mucho tiempo.

¿Qué tienen los vinos franceses que no tengan los nuestros?
Que saben venderlos mejor que nosotros, porque mejores no son. Voy casi todos los años a Libourne, que es una ciudad hermanada con Logroño, donde hay un Capítulo con el que estamos hermanados, y pruebo sus vinos en los chateaux y veo los precios, 20 o 25 euros...han sabido venderlos muy bien. Yo estoy convencido de que el vino de Rioja es el mejor del mundo y el más barato.

Con sinceridad, ¿un vino que le haya gustado más que un Rioja?
Hay vinos buenos en todos los sitios. Hace poco probé un vino de Toro y me sorprendió, pero lo mismo que algún blanco de Navarra o de Lanzarote, o un Ribera del Duero...La ventaja que tenemos en La Rioja es  un clima y una tierra privilegiados. 

Logroño, capital del vino y sin un museo enológico. ¿Es lógico?
Me da dolor de corazón ver el Centro de la Cultura del Rioja cerrado. Se nos tenía que caer la cara de vergüenza. Entiendo que es una infraestructura que no es fácil de poner en marcha. La Cofradía del Vino se puso a disposición del actual alcalde para colaborar. Algo habría que hacer, todo menos tenerlo cerrado. En Vitoria están haciendo un buen museo, lo abrirán y será un éxito.

¿Cómo resucitamos la Laurel?
Aunque quede mal decirlo, voy poco a la Laurel, y siempre a tres o cuatro bares, aunque cuando viene alguien de fuera le llevo allí. Está claro que es un icono y también que muchos bares tendrán problemas por su capacidad; ¡pues, tendrán que reinventarse! Si hiciese falta apoyo de la Cofradía, saben que lo tienen.

¿Que los jóvenes beban calimocho es una manera de iniciarse en el gusto por el vino?
Esto lo dije en una cata en Madrid y al final me dieron la razón. Prefiero que un joven beba calimocho antes que cerveza, porque toma algo del sabor del vino; llegará un momento en que dejará el sabor de la Coca-Cola y se quedará con el vino. 

La Rioja está en la cola en consumo de vino por habitante ¿En casa del herrero cuchillo de palo?
Los que nos consideramos consumidores de vino bebemos más en la hostelería, pero, por ejemplo, los franceses beben más en casa. 

¿Un brindis para despedir la entrevista?
Por el vino de Rioja, que es la única obra de arte del mundo que se puede beber.