El precio de tierra sube y la hectárea de viña es la más cara

Ana Torrecillas
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Hacerse con 10.000 metros cuadrados de suelo agrícola útil en La Rioja cuesta 245 euros más que hace un año. Esto complica aun más el relevo generacional

Imagen de viñedos de La Rioja - Foto: Óscar Solorzano

Todo ha subido en estos años, la tierra es un bien patrimonial más y está sujeto a las fluctaciones del mercado, es decir a la oferta y la demanda del sector agrario». Esta explicación, a priori obvia y pragmática, que ofrece el secretario general de la Unión de Pequeños Agricutores de La Rioja (UPA), Néstor Alcolea, esconde una realidad más allá de las cifras que arroja la Encuesta de Precios Anuales de la Tierra de 2021 elaborada por el Ministerio de Agricultura de España. Así, el precio de la hectárea agrícola útil en La Rioja subió un 1,6% en un año. En 2020 se pagaba a 14.934 euros mientras que en 2021 el desembolso que un agricultor debió   hacer para comprar unos 10.000 metros cuadrados de suelo agrícola útil fue de 15.170 euros, es decir, 245 euros más.

La región es la sexta comunidad autónoma con el precio de superficie agraria útil más elevado de España. Por delante están Canarias con una precio sensiblemente superior que obedece a las condiciones de superficie agraria dispoible que tienen las islas: 79.001 euros por hectárea. Le siguen las comunidades de Baleares, Murcia, Andalucía y Comunidad Valenciana. Nueva de las diecisiete comunidades experimentaron una subida en el precio de la hectárea, lo que significa que el 60,65% de la superficie agraria de España se encareció en 2021, mientras que en siete regiones, cuyo territorio agrario representa el 39,19% del agro español el precio de la hectárea se abarató.

Por otra parte, La Rioja es la comunidad que más cara paga la hectárea de viñedo de España: 41.315 euros. Un precio sensiblemente superior a otras comunidades que también se dedican a este cultivo. De hecho, la segunda región con el precio más elevado es Cataluña: 20.051 euros por hectárea.

Ante esta situación, Igor Fonseca, secretario general del sindicato agrario ARAG-ASAJA, asegura que, frente a los altos precios de la hectárea de viñedo, hay en La Rioja otros cultivos alternativos que están siendo importantes como el de los frutales. «Aunque el viñedo es el más importante», recuerda. La subida de precio se explica por varias razones. «Hay demanda y eso es bueno, porque la tierra se considera un buen activo a pesar de que su encarecimiento se une a los elevados costes de mantenimiento y de amortización», señala Fonseca.

La otra cara de la moneda de esta situación la tienee el secretario de ARAG-ASAJA, y es que «nos consta que grandes bodegueros y compañías están comprando tierra de viñedo lo que encarece mucho el precio para los agricultores».

Y esto dificulta y mucho el relevo generacional en el campo riojano. «Es casi imposible que alguien que se quiera dedicar a la agricultura en nuestra región, pueda hacerlo partiendo de cero», señala, «el elevado precio de la tierra complica la incorporación de jóvenes al campo, si no cuentan con una base  previa como haber heredado la tierra o bien, haber podido arrendarla, es muy difícil que gente joven acceda a la agricultura». Y es una pena ya que la situación que se está  viviendo en el campo riojano reclama la llegada de manos jóvenes para para la supervivencia del sector.

empezar de cero, empresa imposible. En esto coincide, Alcolea. «Los precios de la tierra hacen cuesta arriba la llegada de savia nueva a la agricultura», señala, «es una barrera para la gente joven. Hay mucha tierra que no se vende ni se alquila porque los propietarios tienen un sentimiento de pertenencia o de tradición: no vendo estas hectáreas aunque no vaya a trabajarlas porque perteneció a mi padre o a mi abuelo». Y eso encarece el acceso a las que sí se ponen en venta.

 «En municipios donde hay concentración parcelaria, de dos o tres hectáreas, es casi imposible acceder para un joven agricultor", asevera, «y luego está si es rentable dedicarse al campo porque desde hace tres años los viticultores están vendiendo por debajo de costes de producción». Y también señala la existencia de otros cultivos alternativos que se están comportando mejor desde hace años: los frutales, especialmente, el cultivo de la pera. 

«Por no hablar de la ganadería», continúa el secretario general de UPA, «que si sobrevive es gracias a la sistema de la PAC, debido al aumento de los precios de los pienso y demás costes de producción de la ganadería riojana».