Estudian crear 12 plazas de parking de discapacidad

Feli Agustín
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Logroño sin Barreras reitera la crítica por las trabas de acceso a la zona semaforizada del casco antiguo

Plazas para personas con movilidad reducida en el casco antiguo. - Foto: Óscar Solorzano

Los técnicos del Ayuntamiento de Logroño estudian la habilitación de una docena de plazas de aparcamiento para personas de movilidad reducida que se ubicarían en el centro, rodeando el casco antiguo. Así lo confirma el concejal de Servicios Sociales, Iván Reinares. El edil refrenda así el anuncio efectuado por el alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, en el pleno ordinario del pasado diciembre en respuesta a una moción popular, que se hacia eco de la queja de algunas asociaciones, que pedían que personas de movilidad reducida recuperen el libre acceso de siete plazas del casco antiguo, situadas en las calles de Herrerías y Ruavieja y plaza de San Bartolomé. Asociaciones como Logroño sin Barreras o la plataforma Cuartel de Murrieta se quejan de que la zona del casco histórico restringida con un control semafórico, donde se encuentran, entre otros, San Bartolomé, la Seguridad Social, la Universidad Popular o la residencia Aspace, dificulta el acceso a los vehículos de las personas con dificultades de movilidad. Javier Lacalzada, técnico de accesibilidad de Logroño sin Barreras, asociación que ya elevó una queja al equipo de Gobierno hace meses, explica que el control de acceso de esta zona difiere del instalado en otras áreas, como el paseo de las Cien Tiendas o la calle Canalejas, precisamente por la existencia de plazas reservadas para personas con movilidad reducida.  A pesar de ello, se encuentran con la exigencia de «llamar al interfono, explicar al policía dónde vas y por qué razones» y el acceso se limita al radio de acción de las cámaras, de tal manera que, aunque puedan aparcar, no pueden ir a La Redonda o la calle San Juan.

«Nos dijeron que por ocio no nos iban a dejar acceder, lo que no se entiende porque también es un derecho de la personas con discapacidad», razona Lacalzada, que argumenta que a esta dificultad se suma otra añadida y es que en el entorno apenas existen plazas de estacionamiento para personas con movilidad reducida. De hecho, explica, y así se le planteó en la queja al equipo de Gobierno,  en un radio de 220 metros cuadrados solo existen cuatro, dos en la calle los Yerros y una en María Zambrano y Miguel Villanueva.?

Reinares insiste en que el Gobierno municipal se ajusta a la normativa actual -recuerda que desde 2023 habrá que definir zonas de bajas emisiones- y se compromete a crear nuevas plazas alrededor de la zona semaforizada del casco viejo.