"Es positivo que se pueda abortar en los hospitales riojanos"

Ana Torrecillas
-

La ginecóloga y miembro de la Junta del Colegio de Médicos de La Rioja, Juana Hernández, considera positivo el avance que supone la reforma legal

Juana Hernández - Foto: J.H

El foco informativo está sobre ellos, sobre todo cuando la noticia tiene que  ver con la interrupción voluntaria del embarazo. Un asunto delicado, más si cabe si viene acompañado por el ruido político. Ruido que, recientemente, llega con el nuevo protocolo sanitario que ha propuesto Vox en Castilla y León en el que se establece que los médicos de la región vecina deban ofrecer la posibilidad de escuchar el latido fetal a las mujeres que decidan interrumpir  su embarazo y, además,  contar con una ecografía 4D para comprobar el estado de su gestación. Y, de nuevo, ha colocado a estos profesionales sanitarios en el centro de la polémica. 

En La Rioja también han sido protagonistas involuntarios del proceso de interrupción de los embarazos de las mujeres riojanas. La objeción de conciencia de estos profesionales sanitarios en esta comunidad autónoma motiva que ellas sean derivadas a clínicas privadas de Pamplona y Zaragoza. Se trata de un «derecho contemplado en la ley», como indica la doctora en Ginecología y miembro de la Junta del Colegio de Médicos de La Rioja, Juana Hernández, que también recuerda que los ginecólogos riojanos sí practican abortos cuando éstos se ajustan a los supuestos contemplados por la ley como peligro para la vida de la embarazada, malformaciones del feto o enfermedad incompatible con la vida. 

El reconocimiento de la objeción de conciencia deriva del derecho fundamental a la 'libertad ideológica y religiosa', recogido en el art. 16.1 de la Constitución Española. El Tribunal Constitucional establece que la «objeción de conciencia constituye una especificación de la libertad de conciencia, la cual supone no solo el derecho a formar libremente la propia conciencia, sino también a obrar de modo conforme a los imperativos de la misma» en la sentencia 15/1982. 
Sobre la oportunidad de que se realicen interrupciones volunarias de embarazo en centros de la sanidad pública de la región, Hernández, no duda: «Nos parece una buena noticia que las mujeres que lo deseen puedan ser atendidas en los hospitales riojanos y también nos parece muy positivo que la consejería de Salud del Gobierno de La Rioja pueda ir incorporando profesionales sanitarios como ginecólogos que estén dispuestos a practicarlos».