La pandemia ha venido a demostrar que se necesitan más enfermeras en los hospitales, pero también en la asistencia de Atención Primaria, y la sociosanitaria. El problema es que en La Rioja la bolsa de aspirantes está a cero. Todo enfermero que quiere trabajar en esta Comunidad lo está haciendo. Pero también es cierto que otros muchos se van fuera de la Comunidad, a las limítrofes en busca de unas condiciones mejores que se les ofrecen, ya no solo en cuanto al salario, sino también en cuanto a la estabilidad porque ofrecen contratos de más larga duración.
Los últimos datos elaborados por el sindicato mayoritario de enfermeras de La Rioja SATSE, indicaban que solo para llegar a la ratio europea de enfermera-paciente en La Rioja se necesitarían 600 enfermeros más. No solo a nivel de servicio público, sino del todo el servicio privado, y también de centros sociosanitarios. En La Rioja hay colegiadas 2.000 enfermeras, y están trabajando unas 1.900. De estas, unas 1.300 enfermeras trabajan en el Servicio Riojano de Salud, y ahora hay otras 300 cubriendo vacaciones o bajas. Pero se necesitarían 600 más para dar una cobertura mejor y segura. Esto se debe a que La Rioja cuenta más o menos con una ratio de 6,1 enfermeras por cada 1.000 habitantes, cuando en Europa es de 8,8. Eso sí, La Rioja está mejor que la media nacional, pero no mejor que las comunidades limítrofes como Navarra o País Vasco, que son en realidad, las regiones que nos hacen competencia en cuanto a llevarse el personal.
Pero, una enfermera tiene a su cargo hasta 22 pacientes en una planta de hospital en La Rioja, mientras que la ratio segura es de 6-8 pacientes.
La secretaria general de SATSE, Marta Sáenz-Torre, explica que en el servicio público de Salud «hay déficit de enfermeras y por muchos motivos. Ha habido muchas jubilaciones incluso anticipadas que de no ser por esta situación hubieran aguantado más, hay mucho personal de baja». «La pandemia nos ha servido para darnos cuenta de que hace falta mucho más personal, para dar cobertura y es que no hay ni una sola enfermera para contratar», explica. «Muchas se han ido a otras comunidades limítrofes y no tan limítrofes, porque les ofrecían contratos más largos, y eso ofrece mucha más estabilidad». En La Rioja se cobra menos que en Navarra y País Vasco. «Todo depende de las antigüedades o nocturnidades, pero la diferencia al mes de un hospital riojano a uno vasco por ejemplo es de 400 euros». «Se nos ha escapado mucha gente». Eso sí, con respecto a toda España en La Rioja se cobra en la media, y algo por debajo en algunos conceptos».
COVID
Para el sindicato las enfermeras no estaban preparadas cuando llegó el Covid, pero pronto se hicieron a ello y a equiparse con los EPI. Pero ahora el problema es el estado anímico. «En la primera ola la gente daba todo. Y ahora el estado afecta negativamente porque no lo afrontas con la misma fuerza. El impacto anímico de esta segunda oleada es peor, porque no quieren vivir otra vez lo mismo».
Ahora hay más sobrecarga laboral por la Covid porque hay poca gente, «y muchas enfermeras se van fuera». «Y es que en los hospitales hay mucha presión, pero ahora lo hay más en la atención primaria porque se manda a personas que han dado positivo a casa», explica Sáenz-Torre quien añade que aún va a haber más presión con la próxima campaña de la gripe que arranca en breve. Pero se hará a base de hacer jornadas complementarias y reforzar guardias.
Mas estudiantes.
Con todo, la única forma de ampliar personal, al menos a medio plazo, es que las escuelas de Enfermería incrementaran el número de alumnos. Pero esto es muy complicado porque interfiere Educación, universidades, la demanda sanitaria, la oferta de espacio en las aulas, o la capacidad para hacer prácticas «y en Escuela Universitaria de La Rioja quizás sí se podría asumir, pero es complicado, y lo sabemos».