Las Gaunas estrenará, en poco más de 24 horas, su condición de estadio de Segunda y lo hará con un UDL-Castellón, partido cargado de resonancias para la afición blanquirroja. La pandemia impidió que los seguidores logroñeses disfrutarán en La Rosaleda de una noche mágica. La segunda ola pandémica hará que la nueva cita histórica de la UDL sea a puerta cerrada, sin testigos oculares de una tarde que se presume única.

Sergio Rodríguez, y su plantilla, tratan de abstraerse de estas circunstancias aunque sí que reconoce el «mal sabor» por no poder estar rodeado de «nuestra gente» en esta puesta de largo.

Dejando la emotividad al margen, y el shock emocional de jugar a puerta vacía, seis meses después, un partido oficial en Las Gaunas, la UDL se prepara para mejorar sus prestaciones con respecto a su carta de presentación en Gijón (1-0).

El técnico logroñés, siempre autocrítico, reconoce que toca exponerse más en ataque, aunque SergioRodríguez asume que hay tiempo de mejorar la propuesta ofensiva. «Nos gusta ser versátiles, ser capaces de tener no sólo una forma de jugar, adaptándonos al rival, a la situación aunque hay cosas que son innegociables», explica.

El presupuesto de partida, en defensa, es ser «un equipo solidario», mientras que en ataque la premisa irrenunciable es «no ser previsibles».

Durante estas dos semanas de ‘asueto’, el cuerpo técnico logroñés ha incidido en estos aspectos. Lo físico centró la primera semana de preparación ante el Castellón mientras que en esta segunda semana se ha hecho un trabajo «específico». El objetivo es acumular partidos, experiencias y sensaciones porque hay que quitar el miedo a la categoría».

En este proceso los riojanos se encuentran con el Castellón de Óscar Cano, equipo que suma tres puntos de seis posibles y que llega un poco más rodado que la UDL. 

El Castellón, con un once muy similar al que presentó en La Rosaleda, ganó en Ponferrada (1-2) y perdió el pasado fin de semana en Castalia con el Málaga (0-1).

Para Sergio Rodríguez, ni los castellonenses ni los logroñeses se han vuelto locos con el ascenso. «Ninguno hemos cambiado nuestra esencia», asume el preparador riojano. «Ninguno hemos cambiado en exceso», agrega aunque sí que reconoce que los de Óscar Cano han ganado en profundidad de banquillo con respecto a la cita de hace dos meses. «El Castellón sigue apostando por la posesión, mantiene ese perfil, continúa el bloque aunque ha incorporado a dos jugadores (Mateu y Señé) con entidad en la categoría», analiza.

Aunque blanquirrojos y albinegros son recién ascendidos, condenados en principio a pelear por la salvación, el técnico, que pedía «resiliencia», recordaba que va a haber mucha «igualdad» y que se trata de «tener opciones en cada partido».