El Consejo de Gobierno ha aprobado este miércoles la resolución por la que se reconoce la responsabilidad del SERIS que da lugar a una indemnización de 850.000 euros a la joven que fue intercambiada al nacer por otra recién nacida el mismo día en el Hospital San Millán en 2002. La propuesta se corresponde con la cuantía propuesta por el Consejo Consultivo, tras el informe emitido a petición de la Consejería de Salud.

El Ejecutivo riojano ha considerado que esta decisión va en la línea de la jurisprudencia existente en casos similares y destaca que su interés principal en este caso ha residido en el interés de resolver la reclamación presentada y con total respeto a los procedimientos judiciales, informa Europa Press. 

Desde el Servicio Riojano de Salud explican que los sistemas de seguridad e identificación actuales permiten asegurar que un caso similar no se produciría en los hospitales de La Rioja. En 2002 el sistema de identificación de los recién nacidos consistía en la huella digital del bebé impresa en una ficha de cartón. Años después se modificó y se pasó a tomar la huella plantar. En la actualidad la identificación se realiza mediante una muestra de sangre del cordón umbilical y un sistema de tiple identificación codificado.

El Hospital San Pedro, a través del servicio de Obstetricia, implementó en 2019 un nuevo sistema inequívoco de identificación madre-hijo tras los partos. La recogida de dos gotas de sangre extraídas del cordón umbilical es el nuevo sistema para identificar al recién nacido con su madre, en caso de duda de intercambio, nunca como prueba de paternidad.

Este método es mucho más fiable que la habitual huella plantar y, además, se trata de un plus objetivo de seguridad, con todas las garantías legales. La extracción de las gotas de sangre tiene una sencilla ejecución. Se trata de una técnica incruenta, y el procedimiento se desarrolla en la misma sala de partos, en presencia de la madre, el padre o ambos.

En caso de cesárea, se realiza antes de que el bebé salga del quirófano, y tras mostrarles a los padres el recién nacido y su identificación. Al tratarse de un método con una altísima fiabilidad, sustituyo al sistema de la huella plantar. Se mantiene la identificación del bebé mediante una pulsera que le relaciona con su madre.

El sistema es sencillo y requiere de un kit de identificación que incluye dos pulseras codificadas -una para la madre y otra para el recién nacido-, una pinza umbilical estéril codificada, dos pegatinas con idéntico número y una ficha de recogida de muestra de la sangre del niño y de la huella digital de la madre. Todos estos elementos están codificados con el mismo código de barras.

La Sociedad Española de Pediatría define actualmente como uno de los métodos más fiables de identificación del recién nacido la combinación de la sangre del cordón umbilical junto a un codificador neonatal que incluye pulsera para la madre y el hijo y pinza de cordón con un mismo código. Es un derecho de todo recién nacido disponer de un sistema de identificación seguro y fiable.