Concha Andreu aprovechó este jueves la visita a la nueva estación de autobuses de Logroño, un edificio gemelo a la del tren, para manifestar el criterio que sobre política ferroviaria guía su gestión: la apuesta decidida por el medio de transporte «más moderno, seguro y sostenible», la gran asignatura pendiente de las infraestructuras de comunicación riojanas.

 «Vamos a empujar para sacar adelante el transporte ferroviario, que es el que queremos potenciar y que tan debilitado tenemos», confirmó la presidenta del Gobierno riojano que entiende que es el instrumento  adecuado para «vertebrar nuestra comunidad y nos acerque al resto de las regiones de España y Europa».

Para cumplir este objetivo, la jefa del Ejecutivo riojano anunció cuál serán los ejes en los que se asentará sus actuación, que priorizarán el tren de altas prestaciones sin renunciar a la alta velocidad. «Apostamos por reformar las vías para que aprovechen el trazado ferroviario actual, que es más ágil y rápido que un trazado de alta velocidad», argumentó Andreu, que insistió en su voluntad por «optimizar lo que ya tenemos» y ponerlo en marcha, pero, eso sí, sin desistir del corredor Cantábrico-Mediterráneo.

De esta forma, avanzó que confía en que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana disponga en el primer trimestre del año del estudio informativo del tramo entre Logroño y Castejón.

El entonces Ministerio de Fomento formalizó exactamente hace dos años -el 24 de septiembre de 2018- el contrato de servicios para la redacción del ‘Estudio informativo del corredor Cantábrico-Mediterráneo de alta velocidad’ del tramo Castejón-Logroño, un estudio del que se ha encargado  Intecsa-Inarsa por un importe de 568.700 euros (IVA incluido) y tenía un plazo de ejecución de 24 meses. El objetivo de este estudio era, según Fomento», «seleccionar la alternativa óptima que permita establecer, de acuerdo a los condicionasteis existentes en la actualidad, una conexión ferroviaria en alta velocidad, apta para tráfico mixto, entre las inmediaciones de Castejón de Ebro y Logroño, con objeto de dar continuidad en este tramo al Corredor Cantábrico-Mediterráneo».

Logroño-Miranda.  El segundo proyecto que avanzó Andreu hace referencia al tramo Logroño-Miranda para el que del Gobierno de La Rioja ha elaborado nuevos trazados alternativos a los presentados, también hace un par de años, por el titular del Ministerio, Íñigo de la Serna, «para evitar el daño que con los proyectos anteriores se hacía al extraordinario» paisaje del viñedo».

Según explicó después a este periódico Vicente Urquía, director de Infraestructuras, el Ministerio, que ya dispone de las propuestas de La Rioja, debe someter estos trayectos «más sostenibles» a examen, análisis del que se obtendría un plan de viabilidad, que se sometería a consulta de agentes sociales, grupos políticos o municipios previa al estudio informativo.