Logroño ya es Ciudad 30, lo que ayudará a reducir accidentes

Efe
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El límite genérico de velocidad de circulación en vía urbana pasa desde este martes de 50 a 30 kilómetros por hora

Las señales de limitación de velocidad a 30 por hora están ya instaladas por toda la ciudad. - Foto: Ingrid

Logroño se ha convertido este martes en Ciudad 30, lo que significa que el límite de velocidad de circulación genérico en vía urbana pasa de 50 a 30 kilómetros por hora (km/h) para las calles que cuentan con un solo carril por sentido de circulación, algo que “afectará, de forma directa, en la reducción de los accidentes”.

Así lo ha afirmado este martes la delegada del Gobierno en La Rioja, María Marrodán, en un encuentro informativo, en el que también ha participado el alcalde de Logroño; Pablo Hermoso de Mendoza; y la jefa provincial de Tráfico, Beatriz Zuñiga.

Marródán ha explicado que este martes ha entrado en vigor el real decreto por el que se modifican el Reglamento General de Circulación y el Reglamento General de Vehículos, e introduce diversas novedades en la regulación del tráfico urbano, entre las que se incluye ese cambio de velocidad.

El objetivo, ha proseguido, “es reducir la siniestralidad vial, sobre todo, la que afecta a los colectivos más vulnerables; garantizar la fluidez de los desplazamientos realizados en las grandes avenidas de la ciudad; y reducir el impacto negativo de la circulación de los vehículos en la calidad del aire de las ciudades”.

Ha señalado que reducir la velocidad es “un impulso en el objetivo de humanizar las ciudades” porque protege a los usuarios vulnerables y favorece una convivencia segura entre peatones, bicicletas, motocicletas y vehículos; y, además, “llevar una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de las muertes en los accidentes de tráfico”.

La delegada del Gobierno ha detallado que “el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello es del 90 % a 50 km/h, y se reduce al 10 % si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h”.

Ha asegurado que “experiencias existentes de zonas 30 demuestran el efecto positivo sobre la siniestralidad, con reducciones de los accidentes que han llegado a superar el 40 %”.

También ha recordado que la reducción de la velocidad en las ciudades a 30 km/h es “una de las prioridades de la Agenda 2030 porque se cumple con el objetivo de convertir las ciudades en espacios más seguros al reducir el riesgo de sufrir un accidente y la gravedad del mismo”.

Hermoso de Mendoza ha remarcado que Logroño lleva adaptando sus calles desde el pasado 7 de marzo para convertirlas en calles 30, un trabajo que se ha hecho en contacto directo y permanente con la Dirección General de Tráfico (DGT).

“Nuestro objetivo es reducir los accidentes graves, favorecer la convivencia de los diferentes modos de transporte y reducir el ruido del tráfico en la ciudad", ha añadido el alcalde, para quien "disminuir la velocidad máxima no significa que tardemos más en llegar al destino, las evidencias demuestran que el tráfico puede ser más fluido si se unifica la velocidad de todos los usuarios de la vía”.

Por su parte, Zúñiga ha destacado la importancia de esta medida como “paraguas normativo para que las ciudades cambien y sean más amables, seguras, saludables y sostenibles para toda la ciudadanía”.

La jefa provincial de Tráfico ha apuntado que la próxima semana se celebra la IV Semana Mundial para la Seguridad Vial de Naciones Unidas, cuyo lema es "Construyendo calles para la vida", centrándose, precisamente, en esta reducción de límite de velocidad en zonas urbanas a 30 km/h.