Natxo González seguirá siendo entrenador, al menos hasta el derbi, de una Unión Deportiva Logroñés que vive sus días más bajos. No sabemos hasta cuándo durará su singladura al frente de la entidad riojana pero los resultados hace tiempo que abandonaron al equipo riojano. Y el fútbol, salvo contadas excepciones, también. El antepenúltimo clasificado del Grupo 2 de Primera RFEF se acerca semana tras semana al abismo del descenso y lo hace sin que jugadores, cuerpo técnico ni directivo se rebelen. Natxo González sigue siendo el responsable de una nave a la deriva.

La derrota ante el Alcoyano, inmerecida y hasta injusta, supone un paso más hacia el fondo abisal al que la entidad se asoma, repetidamente, desde el 30 de mayo de 2021, con su descenso de Segunda. Desde entonces, y pese al oasis del 'play off', todo ha ido a peor en un club que siente que su entrenador más que un activo es un pasivo, con una gravosa hipoteca de año y medio, cuyo director deportivo, al que no se le reconoce acierto alguno, está amortizado y con un gerente deportivo, cuyas funciones no están claras aunque a todos los seguidores blanquirrojos les gustaría que tomase el timón de un barco que, de seguir así, será un pecio en mayo. 

La UDL es una entidad tan variopinta que es difícil encontrar posiciones de consenso pero, con sus virtudes y sus defectos, casi todos los aficionados coinciden en que si alguien es capaz de orzar el buque blanquirrojo es Sergio Rodríguez. En marzo de 2017 lo hizo aunque ni el contexto ni la situación es la misma.

Los números que acumula el equipo riojano desde el 23 de octubre son terroríficos. En la actualidad, el ayuno de los logroñeses es el más largo del fútbol profesional (demos por hecho de que la Primera RFEF tiene este status). El Elche, con su victoria el pasado fin de semana en el derbi, clausuró su racha, casi infinita, de toda una vuelta sin ganar. Los ilicitanos, en un duelo en el que el ex blanquirrojo Pere Milla fue protagonista (firmó un triplete pero acabó lesionado de consideración), encadenaron diecinueve encuentros sin ganar.

La sucesión más negativa, en la actualidad, la firma la UDL que lleva trece jornadas sin conocer la victoria. Desde el gol de Schutte -que acabó lesionado ante el Alcoyano- hasta hoy han pasado 107 días. 

El Athletic B también estuvo trece jornadas sin ganar pero su sucesión se interrumpió el 29 de enero, con la victoria rotunda por 3-0 contra, precisamente, los riojanos.

El Calahorra acumulaba también once fechas consecutivas sin conocer el triunfo aunque la sequía tocó a su fin este domingo gracias al gol de Baselga en el 90.

Los datos negativos de los blanquirrojos se traducen en 1170 minutos sin ganar. Una causa de este guarismo es que los logroñeses acumulan 403 minutos sin marcar. El primer y último gol de los logroñeses lo firmó Jorge Martínez-Losa ante el Barça Atlètic. Desde el 7 de enero, la austeridad más absoluta.

Precisamente, el delantero arnedano fue operado ayer de su grave percance en el cruzado de su rodilla derecha.El futbolista fue intervenido en Vitoria por el doctor Mikel Sánchez.

Mientras aguarda el alta hospitalaria, a partir de ahora el delantero riojabajeño tiene un largo proceso de recuperación por delante. Tras tres roturas del cruzado, en ambas rodillas, y a la espera de un dictamen médico, Jorge Martínez-Losa evaluará si el fútbol sigue siendo una de sus prioridades.