ubén Martínez, alcalde de El Rasillo, quiere recuperar un proyecto iniciado hace casi dos décadas y que hubiera permitido garantizar el agua de boca a la localidad camerana. El proyecto preveía el bombeo de agua desde el pantano de González Lacasa hasta los depósitos del propio municipio. En el año 2003 se solicitaron los permisos correspondientes para materializar la actuación, se iniciaron las obras e incluso se instaló una tubería entre el embalse y los depósitos que a fecha de hoy aún se conserva, aunque sin uso. 

La iniciativa ha vuelto a tomar impulso después de que el primer edil recuperara el proyecto y lo trasladara al área de Obras Hidráulicas del Gobierno regional. El Ejecutivo parece verlo con buenos ojos, tal y como traslada el propio alcalde del municipio camerano. De hecho, Rubén Martínez y técnicos de la Comunidad autónoma analizaron ayer un proyecto para el que sería necesario instalar el sistema de bombeo en el propio pantano, entre otras actuaciones.

Todo ello, según los cálculos trasladados por Martínez, supondría una inversión de entre 150.000 y 200.000 euros si bien, garantizaría el suministro de agua «durante los meses más complicados» del año. Tras la reunión mantenida ayer con los técnicos de la Comunidad, y que desde Obras Hidráulicas se vea la reactivación del proyecto con buenos ojos, Martínez confía en la materialización del mismo aunque, de momento, no haya plazos y sea necesario solicitar de nuevo los permisos correspondientes que tras dos décadas permanecen sin vigencia.

El alcalde pone sobre la mesa también el hecho de que en El Rasillo «cada vez tenemos más chalets y más casas» y las exigencias de consumo van en aumento. «Hasta el momento no hemos tenido problemas en el suministro de agua»,  si bien, es consciente de la escasez de lluvias a lo que se suma el intenso calor que ha azotado el aún presente verano.

Cuestiones políticas. El proyecto de elevación de agua potable mediante la captación en el pantano a los depósitos de El Rasillo, como así se definió en su momento, quedó paralizado allá por el año 2003 «tras un cambio político en el Ayuntamiento», recuerda Rubén Martínez, quien ayer envió un mensaje de agradecimiento tanto «al ingeniero que redactó el proyecto» en su día, como a «todo el equipo que integra Obras Hidráulicas por trabajar para que no nos falte agua», esbozó el primer edil.

Sus argumentos para garantizar el suministro de agua adquieren fuerza ante una climatología, al menos en los últimos meses, seca. Los embalses riojanos mantienen su tendencia a la baja y, en concreto, el González Lacasa se encontraba ayer al 37,4% de capacidad, tras perder un hectómetro cúbico en tan solo una semana, según los datos publicados por  la Confederación Hidrográfica del Ebro.