La Argentina de los Lionel sueña con la gloria

Diego Izco (SPC)
-

Scaloni ha tejido un equipo de cemento armado para liberar a Messi... y el capitán, alejado del corsé del PSG, va de exhibición en exhibición

La Argentina de los Lionel sueña con la gloria - Foto: Villar López

Para la afición española, Lionel Scaloni fue aquel tipo de fútbol duro y honrado que hizo carrera y fama en el legendario Deportivo de La Coruña que conquistó LaLiga y que dio coletazos en el Racing y el Mallorca antes de retirarse en Italia (Atalanta). Un lateral con pie de mediocampista enamorado de la táctica que lamentaba las derrotas con verdadero dolor… y eso es algo que ha trasladado hoy a la selección argentina desde el banquillo. A sus 44 años, Scaloni ha devuelto esperanza real a la Albiceleste: con el  5-0 logrado el pasado domingo ante Estonia, Argentina posee la mejor racha invicta del mundo: son ya 33 partidos sin derrota desde 2019, y se acerca a los récords de España y Brasil (35, la Roja entre 2007 y 2009, la 'Canarinha' entre 1993 y 1996), y el absoluto de Italia, 37 encuentros entre 2018 y 2021… hasta las semifinales de la última Liga de Naciones ante España. 

La travesía

El cuadro sudamericano llevaba dando tumbos históricos desde 1993, cuando levantó la Copa América en Ecuador. Era un equipo ya casi 'terminal', que recogía los penúltimos estertores de gloria de una generación dorada capitaneada por Maradona (que no jugó aquel torneo al estar sancionado por dopaje) y secundada por los Goycoechea, Basualdo, Ruggeri, Batistuta y compañía. Las nuevas generaciones (por allá asomaron ya Simeone, Redondo, etcétera) no lograron mantener la hegemonía de aquel grupo que salió campeón del Mundial de México'86 y subcampeón en el de Italia'90, y que añadió esa Copa América del 93 a la que conquistó dos años antes ante Brasil. 

Cuando salió Basile de aquel bloque (1994), la AFA probó con Passarella, Bielsa, Pékerman, el propio Basile de regreso, Maradona, Batista, Sabella, Martino, Bauza, Sampaoli… y nadie logró darle al conjunto un estatus ganador como el actual con Scaloni. Y eso que los ocho últimos (desde José Pékerman en 2005) contaron con el concurso de Lionel Messi, el que más partidos ha jugado en la historia de la selección (162) y el que más goles ha marcado (86). 

Un bloque

La Argentina de Scaloni es un bloque alrededor de la magia del capitán. Ha construido un conjunto pétreo, consciente de que debía protegerse atrás («no perder» como cimiento del proyecto) para facilitarle a su mejor jugador la libertad de movimientos requerida y que, como sucedía más recientemente, que Leo no tuviese que hacerlo 'todo'. 

Esta Albiceleste es una máquina bien engrasada, dura de roer, que fue capaz de arrebatarle a la imparable Brasil de Tite (y en Brasil, para más 'inri') la última Copa América, disputada el pasado año. Y Messi, con cuatro dianas, fue el máximo anotador. Y en la durísima fase de clasificación de la Conmebol, Argentina se metió con holgura, con 11 victorias y seis empates en 17 citas.

Psicológicamente, la inercia de la 'no-derrota' es un argumento muy válido en competiciones cortas. Por ejemplo, tuvo que ver mucho con el triunfo de Italia en la pasada Eurocopa. Luchar ante un deportista o un equipo que no pierde es un reto, pero también genera dudas y esa sensación frustrante de «hoy tampoco va a caer» que, por ejemplo, embriagó a Casper Ruud en la última final de Roland Garros ante Rafa Nadal. Y eso, en una Copa América o una Copa del Mundo, es un argumento con mucho peso. 

«¿Y si es ahora?», se pregunta la afición argentina pensando en Catar'22. La bicampeona (78 y 86) parte siempre entre las favoritas y ya son 36 años sin una gran alegría, más allá de las finales sin premio en Italia'90 y Brasil'14. La conjura de Scaloni y Messi tiene ese objetivo: el técnico le borda un combinado a medida (un mediocampo donde De Paul y Guido Rodríguez no dejan de 'barrer') y la 'Pulga' sueña y ejecuta, como en su exhibición de fútbol en la Finalissima (0-3 ante Italia) o los cinco goles que le endosó a Estonia en el encuentro amistoso de El Sadar. 

El podio

En este sentido, resulta admirable esa batalla que siguen librando en sus compromisos internacionales Messi y Cristiano Ronaldo: el portugués, que llevaba seis partidos sin marcar con su país, hizo un doblete a la misma hora en la que el argentino se exhibía en Pamplona. Con esos cinco goles, Leo alcanzó los 86 en su cuadro nacional y superó a Puskas (84) en el 'ranking' de máximos realizadores internacionales. Solo le superan el malayo Dahari (89), el iraní Ali Daei (109) y, sí, Cristiano Ronaldo (117).