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El Día
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El Calahorra mantiene la esperanza aunque sigue estando obligado a sumar de tres en tres

El Calahorra protesta al colegiado del encuentro. - Foto: Óscar Solorzano

Carlos Pouso, en rueda de prensa, quiso poner en valor el empate conseguido ante la UDL en un derbi en el que los rojillos jugaron con un hombre menos durante ochenta minutos. Pese a la expulsión de Sergio Gil, el cuadro riojabajeño se comportó con oficio aunque eso no le dio para derrotar a los logroñeses.

Con 33 puntos en juego, la permanencia sigue estando lejos aunque los de Pouso no pierden la esperanza. Una única derrota en los últimos ocho encuentros es un dato a tener en cuenta aunque los calagurritanos necesitan sumar de tres en tres.

Dada la dificultad que está mostrando el Calahorra para ganar en La Planilla (una única victoria, ante el Real Unión, nueve empates y cuatro derrotas), el calendario sale al rescate de los rojillos. Así, las dos próximas semanas los riojanos jugarán lejos de casa.

Este domingo, a las 17 horas, los rojillos visitan el Nou Estadi Costa Dourada para medirse a un necesitado Nàstic mientras que el sábado 25 de marzo el Calahorra se la jugará en Zubieta ante el Sanse.

Lo que suceda este domingo puede clarificar la sitación de un Calahorra que, si la liga hubiera empezado hace diez jornadas, estaría cómodamente asentado en la zona media-baja con 10 puntos de treinta en juego, es decir, dos sobre el hipotético descenso.

Como la competición arrancó en agosto, el déficit que arrastran los calagurritanos sigue siendo significativo por lo que para acercarse a los Alcoyano, Sabadell y La Nucía que ocupan la zona verde necesita un final de liga prácticamente perfecto.

En Tarragona, Carlos Pouso no podrá contar con Sergio Gil, una baja que el técnico vizcaíno tratará de cubrir. Aunque el concurso de jugadores como Ángel López, Baselga o Vidorreta es básico, el Calahorra de Pouso se caracteriza por ser un bloque solidario, comprometido y difícil de batir.