560 pisos de Lobete serán eficientes con ayudas europeas

Carmen Sánchez
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19 portales del barrio logroñés proyectan su mejora energética para recibir hasta 12 millones de euros en subvenciones. Dos empresas, Samaniego y Acciona, optan a ejecutar el proyecto del Entorno Residencial de Rehabilitación Programada

La caldera de distrito de Lobete, que da servicio a varios bloques, acaba de cambiarse a gas natural. - Foto: Ingrid

El barrio logroñés de Lobete avanza con decisión para convertirse en una zona eficiente y ser la primera gran área residencial de la capital riojana que se rehabilitará con fondos europeos para favorecer el ahorro energético y reducir las emisiones de CO2. Tras quedar delimitada la zona de actuación este verano por el Ayuntamiento de Logroño, solo queda que el Gobierno de La Rioja valide la declaración como Entorno Residencial de Rehabilitación Programada (ERRP), un trámite que se completará en breve y que no se demorará más allá de este año.

El hecho de que Lobete se convierta en un ERRP permite a las comunidades de vecinos formar parte de este programa de ayudas, siempre que con las rehabilitaciones que se realicen se obtenga una reducción de al menos un 30% de consumo de energía primaria no renovable en los edificios.

Dentro de este entorno residencial están situados cinco edificios públicos y 19 residenciales, con 34 portales y 688 viviendas, que forman parte del Plan Parcial Lobete, desarrollado en el año 1962. Engloba a las calles Obispo Fidel García, Duquesa de la Victoria, Obispo Lepe, Obispo Rubio Montiel, San Juan Pablo II y avenida de Lobete.

Una de las particularidades de la zona, es que la mayor parte de los inmuebles residenciales tienen muy baja calidad térmica al estar la estructura revestida con hormigón prefabricado sin nada de aislamiento. A ello hay que sumar el sistema de calefacción, que es de distrito, que se caracteriza por su baja eficiencia energética y por el uso combustibles fósiles. Y es que hay que recordar que estos edificios fueron construidos entre 1976 y 1986, la mayor parte antes de la primera normativa energética española de 1979.

Pero con las actuaciones que se plantean en la zona, se prevé mejorar la eficiencia energética de los inmuebles a través de la rehabilitación de las envolventes, que refuerce el aislamiento y reduzca la demanda y consumo de calefacción y refrigeración de los pisos.

El proyecto de rehabilitación energética que se está planteando en la actualidad en esta zona engloba a 560 pisos de las 688 viviendas que incluye el ERRP. En total son 19 portales situados en las calles Obispo Lepe (números 1, 3, 5 y 7), Obispo Blanco Nájera (3, 5, 7 y 9), avenida de Lobete (21, 23, 25, 27, 29, 31, 33) y Obispo Fidel García (4, 6, 8 y 10), que están constituidos en una especie de gran comunidad de propietarios al tener centralizada la calefacción.

Estos vecinos ya han mantenido encuentros con Samaniego, una de las empresas que optan a desarrollar la transformación urbanística de esta zona de la ciudad y que ya les ha presentado el proyecto que han diseñado para el entorno. Además, tienen pendiente otra reunión con Acciona, otra de las compañías que aspira a hacer la obra.

Una vez estudiadas las propuestas, la comunidad de vecinos deberá reunirse para someter a votación esta actuación y el proyecto elegido, que saldrá adelante por mayoría simple. Tras este proceso, y antes de navidades, se debe crear la figura del agente rehabilitador, que se encargará de gestionar todas las actuaciones relacionadas con este proyecto, entre ellas elaborar la memoria descriptiva que hay que presentar antes de julio de 2023 para poder optar al programa de ayudas.

El porcentaje de subvención oscila entre el 40 y el 80% en función del grado de eficiencia energética conseguido. El máximo se concederá siempre que se consiga reducir la demanda energética un 60%. Esto supone que cada vivienda puede recibir hasta 21.400 euros, que dejaría en la zona en la que se actuará un importe cercano a los 12 millones de euros.

De acuerdo con la información facilitada por los vecinos, cada propietario tendría que asumir, una vez descontada la ayuda máxima, una derrama de entre 5.000 y 6.000 euros en un plazo de 10 años, unos 50 euros de media al mes.

Este programa de ayudas contempla también ampliar al 100% el coste de la actuación que le correspondería asumir a un propietario en caso de situación de vulnerabilidad económica, e incrementar la cuantía máxima hasta 12.000 euros por edificio o 1.000 por piso si hay que retirar elementos con amianto.

La delimitación de Lobete no es la única ERRP que se está tramitando en la región. También Calahorra ha delimitado una zona integrada por 24 edificios con 371 pisos con más de 54 años de antigüedad para poder optar plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana. Se trata del 'ERRP Quintiliano' en el ámbito del CEIP Quintiliano del barrio de la Sagrada Familia y en el del IES Marco Fabio Quintiliano.