Laura Urbieta, responsable del área de Innovación y Tecnología de la FER,destaca la variada aplicación de la inteligencia artificial (IA) en el tejido productivo riojano y afirma que su implantación está muy relacionada con el tamaño de las empresas. Así, según la Evaluación de la Madurez Digital promovido por AERTIC, las firmas de la región presentan un grado de madurez del 39%, dato que varía en función del tamaño de la empresa, ya que las medias (10-49 trabajadores) se comportan mejor que las micro (de uno a nueve). 

Urbieta argumenta que la transformación digital, que engloba a las herramientas digitales, a personas y la cultura de empresa, «ha avanzado bastante» gracias, entre otros aspectos, al kit digital o las ayudas en este campo de ADER.  No obstante, considera  que «nos queda camino que recorrer» en cuanto a tecnologías más avanzadas, pero reconoce que no es preciso aspirar en los primeros estadios al empleo de la IA o el big data. «El mensaje es ir evolucionando hacia la transformación digital, algo que va calando», argumenta Urbieta, que señala que son herramientas que inciden en la productividad de las empresas.

Señala que el kit digital, un programa del Gobierno de España cuyo objetivo es subvencionar la implantación de soluciones digitales entre empresas de hasta 50 trabajadores, otorga cuantías económicas en algunos casos insuficientes.  «Son ayudas para un nivel básico de digitalización y se queda corto para algunas empresas», afirma la responsable del área de Innovación y Tecnología de la FER. «Todo suma», concede, pero opina que es «insuficiente» y es necesario reforzarlo con otro tipo de subvenciones para firmas con necesidades de mayor envergadura. Al respecto, comenta que para microempresas o autónomos son cantidades aceptables, pero a una sociedad que cuente con cerca de 50 empleados, «2.000 euros para realizar una página web es una cuantía escasa».